Cuando los buses de Cali eran de colores

Reseña de ‘Los últimos buses de colores’, el álbum más reciente de La Mambanegra.

Desde hace casi diez años Cali cuenta con un cronista muy particular. Un juglar que se hace llamar el Callegüeso y que se expresa a través de un grupo de músicos que se conocen como La Mambanegra.

Desde que esta banda comenzó a trabajar en 2012 y a circular su música de manera oficial en 2015 con su álbum El Callegüeso y la Mala Maña, han descrito de muchas maneras las calles, los colores, los sabores y las atmósferas de Cali, en particular de sus barrios populares.

En estos días lanzaron el vinilo de Los últimos buses de colores, su segundo álbum. El título de este trabajo es un homenaje a las compañías de buses de Cali que desaparecieron al despuntar el siglo XXI y que en vez de nombres de rutas se llamaban como los colores de los buses: Blanco y Negro, Azul Plateada, Crema y Rojo y Papagayo Ruta 6, el favorito de Jacobo.

No es solamente nostalgia por las carrocerías de los buses sino también por sus sistemas de sonido, ya que en ellos de niño oyó “la mejor salsa del mundo” y eso lo marcó para siempre.

El principal cerebro de este proyecto es Jacobo Vélez, un músico que ha vivido entre Bogotá, Cali y La Habana, y que es uno de los responsables del nacimiento y auge de grupos que combinan rock, salsa, música de las dos costas colombianas y otros elementos. Cuando vivió en Bogotá estuvo al frente de la emblemática banda La Mojarra Eléctrica y en 2021 regresó a Cali para darle vida a La Mambanegra y al personaje que la dirige, el Callegüeso, inspirado en el bisabuelo de Jacobo, mitad real y mitad ficticio. Así le decían y alguna vez recibió de regalo una flauta africana llamada la Mambanegra. De allí, y no de la venenosa serpiente, sale el nombre del grupo.

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Y lo hacen a la manera de Jacobo Vélez, quien ya había mostrado sus dotes como músico y su talento para escuchar, mirar, combinar y arrejuntar sonoridades como lo hizo con la Mojarra Eléctrica.

La Mambanegra es una poderosa orquesta de música latina. No es muy fácil clasificarla. Su esqueleto (cobres potentes, su bajo trepidante, piano) es la salsa neoyorkina de los años 70, con pinceladas de salsa choke, guitarras de soukous africano, timba, reggae, hip hop y sonidos percusivos de las dos costas colombianas. Como dice el propio Vélez, el corazón de todo está en África.

En este álbum, La Mambanegra le rinde varios homenajes a Cali. “A esa Cali antigua que esconde historias en cada calle, en cada barrio, en cada esquina”. A lo largo de las canciones que componen “Los últimos buses de colores” se citan nombres de barrios, calles y personajes de la ciudad.

En el vinilo cinco canciones ocupan cada cara. La mayor parte de ellas son bastante movidas. Y qué canciones. Oílo (la que abre el álbum y que podría considerarse como la declaración de principios de este trabajo discográfico) y Somos más son verdaderos himnos de la identidad de la cultura caleña mulata y del Pacífico. Yo sé ya y Ojos antiguos, los temas intermedios de cada cara, se alejan del trepidante ritmo de los tambores y los cobres y ofrecen una pausa en código de bolero, aunque con elementos de reggae y coros de voces femeninas que evocan el gospel.

Una ventaja de los vinilos de 30 centímetros de largo y alto es poder apreciar el arte de la portada, de colores pastel, que plasman la filosofía alegre y un tanto nostálgica de las canciones. En el momento de escribirse esta nota aún no estaban disponibles estas canciones en las plataformas de internet. Sin embargo, ya está en YouTube el video de Oílo, que es un viaje delirante por el Cali del Callegüeso y su Mambanegra, salpicado con tomas de las giras de la banda por lugares muy lejanos del mundo .

Quienes estén interesados en adquirir el vinilo pueden hacerlo a través de Tambora Records. [email protected]

Álbum: Los últimos buses de colores
Artista: La Mambanegra
Sello: Tambora Records
Año: 2021

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