“Deberíamos estar pensando la cultura frente al siglo XXI y no en discusiones que parecían superadas hace décadas”

En el marco del IX Foro de Cultura Ciudad de Medellín, Santiago Trujillo habló sobre las prospectivas y los retos del sector cultural en el país.

¿Cuáles deben ser las apuestas, las agendas y las discusiones del sector cultural colombiano en la coyuntura actual? ¿En qué deben enfocarse los esfuerzos de los gestores culturales, los creadores y los ciudadanos que disfrutan de la cultura en el país, en momentos en los que se pregona un cambio profundo a la política y a toda la sociedad?

Sobre esos temas intentó reflexionar, en el marco del IX Foro de Cultura Ciudad de Medellín, Santiago Trujillo, exdirector del Instituto Distrital de las Artes (Ideartes) durante la alcaldía de Gustavo Petro (Bogotá) y director del área de cinematografía de la Universidad Jorge Tadeo Lozano.

Preguntas que toman una nueva dimensión teniendo en cuenta la interinidad en el Ministerio de Cultura y las discusiones que se han dado en los últimos meses, sobre todo respecto al modelo del sistema de orquestas que pretende montar el actual ministro encargado, Jorge Zorro, y que, según muchos, plantea un estatus epistemológico de las artes y piensa las músicas en términos colonialistas, discusiones que se habían dado hace varias décadas y que parecían superadas.

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“Hoy, frente a la interinidad dañina que hay en el Ministerio de Cultura y que hemos criticado en medios y en más de 15 cartas, siento que estamos reencauchando preguntas y debates que creíamos que habíamos superado hace 20, 30 o 40 años”, dijo Trujillo, al comenzar su ponencia.

“En pleno siglo XXI, cuando deberíamos estar pensando en otros temas, como los potenciales, los riesgos y las transformaciones que la inteligencia artificial generará en la cultura; o en cómo hacemos para que lo que hacen nuestros jóvenes pueda transitar por el mundo digital“, continuó.

Para él, en momentos en los que se habla de un cambio en el país, el sector cultural debería estarse pensando en ese contexto. Y siente que la molestia que han mostrado varios gestores, artistas y miembros del sector en cartas y entrevistas en medios de comunicación tiene que ver con que la agenda y las discusiones que están hoy en la agenda pública cultural no van acordes con lo que muchos de ellos han trabajado durante décadas.

IX Foro Cultura Ciudad de Medellín
El IX Foro de Cultura Ciudad de Medellín se lleva a cabo en el Paraninfo de la Universidad de Antioquia.

Aún así, cree que todavía no es tarde y que las cartas que se han enviado al Gobierno, especialmente la última, que ya ha recogido más de 1.000 firmas, van a tener efecto.

De hecho, ya se dio una primera reunión de algunos de los firmantes de la carta con Laura Sarabia, jefe de gabinete del presidente Petro.

“Estamos a tiempo de aprovechar una transformación que, más allá de unas grandes reformas legislativas frente a algunos sectores, que son claves para superar una gran cantidad de exclusiones, incluya también a la cultura. Es un momento interesante para pensar sobre lo que va a significar la cultura para próximas generaciones“, agregó Trujillo.

Para el exdirector del Idartes, es momento de que el sector cultural se haga varias preguntas importantes, la primera, cuál es el papel de la cultura para aportar al cambio que, más allá de las reformas legislativas, debe darse en la “médula espiritual y social de nuestras ciudades y de los campos”, y que tiene que ver mucho con la paz y la convivencia.

“Es un momento interesante para reivindicar el papel de la cultura en la construcción de paz. Pero hay que pensar en cómo pasar de ese enunciado a unas acciones concretas. Creo que ahí se cifra una de las preguntas más interesantes que debe hacerse el sector hoy: cómo la política cultural de esta ciudad, por ejemplo, está llegando a los territorios y afectando la cotidianidad de los medellinenses. (…) La cultura no pasa por el hecho de que las personas vayan a los espacios formales (museos, teatros, etc.), sino por que la cultura vaya a su encuentro en el escenario del quehacer cotidiano.”

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En ese sentido, él cree que hoy los debates se centran en la necesidad de más presupuesto, algo en lo que el sector ha hecho un esfuerzo enorme, pero hace falta pensar más en la ejecución de los proyectos que reciben esos recursos: “no nos hemos preguntado cómo podemos generar una relación directa con las personas ni cómo llegar a nuevas audiencias, nuevos públicos y nuevas ciudadanías.”

Trujillo pone el ejemplo de Bogotá, donde, durante su paso por Ideartes, lograron varias cosas, pero quedaron faltando programas y espacios para llegarle a la población mayor, la de 50, 70 u 80 años.

“Nosotros tratamos de fortalecer agendas gremiales, así como nuestras disciplinas y áreas, pero debemos cambiar la mirada para pensar en cómo podemos fomentar a la ciudadanía y cómo podemos tener relevancia frente a ellos. No podemos conformarnos con llenar un teatro o hacer un festival una vez al año”, explica.

Eso implicaría también, dice, redoblar los esfuerzos que se hacen en los barrios y en los territorios. Durante la ponencia, de hecho, recordó el activismo cultural que hubo en varias ciudades del país durante los años 70 u 80, que inspiró transformaciones poderosas en la sociedad, y dijo que hoy en día ese activismo cultural ha perdido espacio y relevancia en los barrios y los territorios frente a otro tipo de activismos, como el religioso.

“Hoy hay un activismo cultural más pausado que se queda pensando en cómo nos contratan y cuándo nos contratan, pero que ha desmovilizado un espíritu de transformación del territorio, y en eso debemos pensar.”

Ministerio de Cultura, Patricia Ariza, 2022

El otro tema es el tecnológico: cómo pensar en las necesidades del sector cultural y en el ejercicio de ciudadanías culturales con apuestas que puedan poner en agencias las nuevas tecnologías. Pensar, por ejemplo, en la importancia que tienen ahora los celulares, sobre todo en las nuevas generaciones y en el hecho de que, por ejemplo, los niños colombianos vean a youtubers mexicanos, españoles o argentinos y no tanto a colombianos; “hay que pensar qué procesos de identidad se juegan ahí”. Pero pensar también en la inteligencia artificial, en las preocupaciones que genera en el sector y en qué tanto debe ser regulada.

Trujillo también habló de otros debates claves que, según él, debería dar el sector: pensar en la formación artística pensando en el ejercicio de la libertad creativa, montar un plan contundente de lectura y escritura, discutir qué tanto la reforma laboral está atendiendo las preocupaciones de los artistas y trabajadores culturales o pensar en un plan contundente de lectura, escritura y bibliotecas, que aproveche la gran cantidad de bibliotecas públicas que hay en los territorios del país.

“Hay una gran cantidad de agendas importantes para generar una conversación, que no necesariamente debe ser tranquila”, explicó Trujillo.

Para él, en ese sentido las personas del sector deben dejar el pensamiento ‘autoprecarizante’, que habla de la cultura como la cenicienta de la sociedad: “La cultura no es una cenicienta, tiene poder. Nosotros somos poderosos y tenemos que asumir ese lugar histórico que tenemos y empezar a construir una agenda para cambiar esta sociedad“.

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1 Comentarios

  1. De acuerdo con este planteamiento
    El sector cultural es un tema muy importante para una Sociedad tiene mucho poder para cambios positivos y reales
    Ningún gobierno lo ha entendido y este ….tampoco

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