Rigo, mucho más que un bacán del ciclismo
Ya es hora de darle a Rigoberto Urán el lugar que se merece: uno de los mejores en la historia del ciclismo colombiano.
Hace cinco años, en pleno Giro de Italia, Rafael Mendoza escribió en El Espectador que Rigoberto Urán era un “eterno segundón”. Poco quedó del periodista, bocado para redes, tanto que tuvo que salir a intentar explicar su afirmación.
En 2016, justo en ese momento, Nairo Quintana era el rey absoluto en Colombia: ya tenía título del Giro, podio del Tour de Francia, nadie como él en las montañas y, además, encantaba con su humildad campesina.
Aquel año, poco después, también campeón de la Vuelta a España. Quintana hacía que la pasión por el ciclismo renaciera, diluida, a comienzos de los años 90, cuando dejaron de pedalear Lucho Herrera y Fabio Parra en Europa.
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Y conquistó a buena parte de una generación que poco y nada tenía que ver con el ciclismo, gracias a sus duelos con Froome, a las victorias, a las derrotas, a los ataques que lanzaba, o los que no hacía o intentaba tarde. Volvía el delirio.
Hasta se habló de ‘El sueño amarillo’, traducido como victoria en el Tour de Francia. Nadie, entonces, tenía en sus cálculos que Egan Bernal lo lograría en 2019.
A la sombra corrían Rigoberto Urán, Carlos Betancur, Esteban Chaves y Sergio Luis Henao, que peleaban podios, ganaban etapas y carreras. Ellos, con Nairo, pioneros de lo que algunos llamaron “el nuevo ciclismo colombiano” por mentalidad y formación.
Betancur, talentoso como pocos, ganó la París-Niza (2014); Henao triunfó en la misma carrera (2017); Chaves, en el Giro de Lombardía (2016), y Urán, además del Gran Premio de Quebec (2015), dos podios del Giro ( 2013 y 2014).
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Y, sin precedentes para Colombia, la medalla de plata en la prueba de ruta en los Juegos Olímpicos de Londres (2012). Perdió el oro, tal vez, por mirar hacia atrás, por temor a que el grupo perseguidor lo cazara. La real amenaza iba a su lado, Aleksandr Vinokúrov.
A pesar de la derrota, una revelación: Urán mostraba quién era y para qué estaba. Había llegado al ciclismo internacional en 2006, al Tenax, un equipo de segunda división italiano. Luego fue al Caisse d’Epargne (hoy Movistar) y, en 2011, saltó a Sky, donde muchos lo vieron con elegante overol dando manija para Bradley Wiggins y Chris Froome.
Puede ser el gran bacán del ciclismo, el de mejor imagen, puede que el fanático lo celebre y acepte así, pero Urán amerita más lecturas
Años después, vendría el liderato del Giro 2014, que perdería con Nairo Quintana en una etapa confusa y de la que él hoy aún no habla: el boyacense habría atacado en una neutralización, aunque algunos, como Matt Rendell, jefe de prensa de aquella edición, afirma que los jueces no habían decidido nada.
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Urán quería ser capo y ya estaba en el Quick-Step (hoy Deceunink), un equipo más para velocistas y rodadores que para escaladores. No era feliz. Su imagen igual crecía en redes, en Instagram, donde también escalaba y escalaba.
Este hombre, de 34 años, signado por la violencia de este país (a su papá lo mataron los ‘paras’), es deslenguado, franco y agudo. Y así, tal cual, sumó más seguidores para él y para el ciclismo, más legiones unidas al delirio. Tal vez, sin proponérselo, empezó a hacer pedagogía y explicar el día a día en una carrera, el momento clave, a describir con su estilo rivales y compañeros.
Sabe lo que puede transmitir una foto, como la que subió tras una etapa de pavé en el Tour de 2015: esa imagen enseñaba, como nada y nadie, lo que sufre un pedalista sobre su bicicleta cuando avanza a gran velocidad por un camino empedrado.
O las consecuencias de un accidente, como aquel que casi le cuesta la vida en la Vuelta a España de 2019. Lo suyo no es melodrama, sí humanidad. Muchos aficionados han entendido y conocido las entrañas de este deporte gracias a sus detrás de cámara.
Puede ser el gran bacán del ciclismo, el de mejor imagen, puede que el fanático lo celebre y acepte así, pero Urán amerita más lecturas: en 2017 fue segundo del Tour tras Chris Froome por 54 segundos, la ventaja más corta que el británico tomó en sus cuatro triunfos en esta carrera.
Lo criticaron aficionados y rivales: “chupó rueda, nunca atacó”. Como si fuera fácil aguantar el ritmo del Sky. ¿Por qué otros tantos no pudieron? Urán es inteligente, dosifica fuerzas y espera que el adversario desfallezca.
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Son opciones, estrategias y muchas están dispuestas en el camino. Necesarias cuando el rival es superior, odiadas por quienes claman ataques (alguna vez él dijo que “ya estaba muy viejo para eso”).
Si bien siempre escogió los mejores equipos (una de las razones de su vigencia), EF Education no es la panacea, pero allí aprendió a ser feliz.
Este año la historia, entrando a la última semana del Tour, parece calcada a la de 2017: Urán, segundo de la general, detrás de un superdotado, Pogacar, al que le aguanta el paso, lo mismo que a Vingegaard y a Carapaz.
Tres rivales de otra era, criados bajo una nueva forma de entrenar, amparados con la mejor tecnología, enlistados en los mejores equipos del mundo y sometidos al “todo se mide”.
Urán es romántico, clásico, a contracorriente, pedalea por sensaciones, instinto y sin tener la mirada fija en un minicomputador. Y así rueda a la par con sus rivales en una carrera que este año marcha, en promedio, a casi 42 kilómetros por hora.
Rigo, de aquellos pioneros, fue el primero en llegar y, como van las cosas, quiere ser el último en irse. Bien pueda.
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23 Comentarios
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Estoy de acuerdo con el escrito, que hacé de uno de los mejores corredores en la historia de nuestro país.Rigoberto Urán es un toro tiene la fuerza y la fortaleza que muchos deportistas quiciera tener .
Gracias por sus grandes letras dedicadas a el ciclista más completo de nuestro país.
Definitivamente Rigo es el ciclista más completo que a producido esta tierra, y como es la vida unos meses incluso días antes del tour del 2017 algunos que de ciclismo no saben nada y que don “grandes” pedaleando con la lengua se atrevieron a decir que era mejor que Rigo se retirara ya del ciclismo y este guerrero les respondió como se debe pedaleando y luchando como lo que es un gigante y quedo segundo del tour de francia, dándoles una bofetada a quienes no creían en el y si revisamos sus actuaciones en los últimos tours siempre está dando pelea entre los 10 mejores, no a tenido suerte a la hora de ganar una grande, hasta ahora, pero sigue con esa gran humildad, bacaneria única y auténtica, ese coraje a toda prueba, su lis que critican supieran lis terribles accidentes que a tenido durante su carrera deportiva, no dirían nada, es que el ciclismo sólo es para berraco superdotados, desde acá quiero enviar un respetuoso saludo y un inmensa felicitación al grandisimos Rigo.
Rigo a demostrado ser un ciclista completo me recuerda al mejor Cochise, deportistas, personas en todo el sentido del ser humano.
Rigo
Que podemos decir de Rigo que nadie haya dicho antes…..
Que es ese arriero paisa que baja de la montaña con su recua de mulas cargadas de café, para vender el domingo en el mercado del pueblo ???
O es ese paisa que alquila camellos, y vende lentes de sol en El Cairo ???
O será ese paisa rebuscador que vende empanadas en la plaza roja de Moscú ???
O será ese culebrero paisa que con su encantador acento,una fluida prosa, una increíble imaginación y un repentismo sin igual, vende todos sus menjurges el domingo en la plaza del pueblo ???
No !!!
Rigo si es un vendedor, pero un vendedor de sueños…
Un vendedor de sueños que cada domingo monta su espectáculo en la plaza del pueblo, y todos acudimos, y compramos la boleta para ver cómo Rigo nos pinta y nos vende esos sueños maravillosos, sueños que algunas veces se cumplen, y otras veces no, pero mientras Rigo siga montando su teatro de sueños ( no se los demás ) pero por lo menos yo, seguiré yendo, seguiré comprando la boleta, porqué a pesar de que muchos de esos sueños no se han cumplido, puedo decir de todo corazón, que Rigo siempre me ha devuelto con creces el valor de esa boleta.
Rigo, no importa si quedas de primero, o de último, yo siempre con vos, me voy a jugar mi Carriel, y varios puchos !!!
Hágale pues güevon !!! Jajaja
Sin duda el toro de urrao es uno de los mejores del pelotón mundial y con su berraquera siempre da espectáculo en las grandes vueltas.
Excelente artículo que hace justicia a un excelente ciclista y una gran persona. Ha hecho historia en el ciclismo mundial y quizás nunca ha sido bien reconocida su excelente carrera deportiva.
Todos amamos a Rigoberto. Se ganó el cariño de todos con su franqueza y buen sentido del humor. Es un mamagalista de tiempo completo y en el pelotón lo respetan y lo quieren. Se da el lujo de traer a las estrellas del ciclismo a sus eventos. Creo que le llegó la madurez y está en su mejor momento, físico y mental. Pese a no haber ganado ninguna vuelta grande, es para mí y muchos, el MÁS GRANDE.
Leí la crónica y todos los comentarios, lo único que me queda es decir que estoy de acuerdo con todos y al gran Rigonator, Toro de Urrao, Go Rigo Go, mijito o como le quiran decir “MUCHISISISÍSIMAS GRACIAS” por tantos momentos de alegría que nos ha brindado durante su Carrera deportiva, ya está en el ocaso de y pegado a los primeros lugares de las grandes y junto a una generación mejor que la de él. GRANDE RIGO!!!