Roy Barreras, ¿a la Presidencia de la República o al Nobel de Literatura? 

Aunque lo niega, Roy Leonardo Barreras Montealegre no sabe disimular su hambre por ser presidente de la República; esfuerzo —para él— menos descomunal que el que requiere hacer para obtener el Nobel de Literatura. Por ese afán, en la consulta del Pacto Histórico se aprestó para escalar a la vicepresidencia, pero le tocó poner freno de mano a tiempo, ante el huracán que venía desde Francia.

Ante esa circunstancia, actuó como jefe de debate parlamentario con categórico éxito, allegando votos del centro del espectro político a la campaña de Petro. Debió “aislarse” faltando una semana para las elecciones, por filtraciones telefónicas embarazosas. 

Es el político más audaz y controvertido de los últimos años en Colombia. Sobre él solo caen adjetivos floridos o epítetos virulentos. Pese a que lo tildan de traidor, lagarto y politiquero, Roy nada mejor en aguas turbulentas que en las mansas, por lo que sigue creciendo y ahora hasta tiene partido propio, La Fuerza de la Paz, con el que pretende adueñarse del centro político. 

Él se siente cómodo saltando de un escándalo a otro. Lo suyo es la polémica y el riesgo. En la búsqueda del poder es infatigable y avasallador. Es inteligente, buen escritor, culto, astuto y efectivo; como también es calculador, manzanillo y ancho de principios: un político elástico.

Este médico “caleño”, que realmente nació en Bogotá, en una familia con dificultades económicas, tuvo la inmensa fortuna de contar con una madre excepcional que, como el mismo reconoce: “Me lavó el cerebro, terminé siendo médico”. Conoció a su padre cuando tenía 12 años y le heredó un cáncer en el colon del cual, todo indica, va a salir airoso.

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Roy es un “ave rara” en la política colombiana, en la que, por lo general, los políticos empiezan bien y se van dañando por el camino. Roy arrancó mal en la política (en la decadente derecha) y ha ido mejorando (ahora es centro izquierda) aunque todavía le falta mucho pelo para hacerse un moño. 

Roy tuvo su prehistoria. Empezó su carrera electoral en el galanismo, perdiendo cada vez que se lanzaba. No le alcanzó para ser de la Junta Administradora Local de Cali, del Concejo de Cali, de la Asamblea del Valle del Cauca, de Representante a la Cámara, ni de Gobernador del Valle del Cauca. Cualquiera hubiera claudicado después de esa seguidilla de fracasos, pero la política para Roy no es una opción: es una obsesión. 

Fue representante a la Cámara por Cambio Radical del cual fue expulsado y se trasteó al partido de la U, uribista. En el 2002 dijo de manera lisonjera e hiper desproporcionada: “Tengo y seguiré teniendo la más grande admiración por el presidente Uribe, a quien creo de la talla histórica de Bolívar”. No obstante el halago desmedido, pronto pasaron de compadres a enemigos hasta en los estrados judiciales. 

En el partido de la U santista tuvo una participación estelar en la consecución de la paz. Aún estuviéramos discutiendo en La Habana si Santos no hubiera enviado a Álvaro Leyva Durán (el hombre de las llaves de la paz) para que, ayudado por Roy, salvara el proceso que naufragaba en las manos de De La Calle. 

Roy Barreras es, con Julio César Turbay Ayala, el único congresista que ha logrado presidir, por dos veces, el Senado. Ahora regresó impulsado por Petro con la función más importante para el Gobierno: construir las mayorías parlamentarias y sacar adelante las reformas que constituyen el cambio. “El cambio son las reformas, lo demás es show”, le dijo Roy a El País de España.

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En esa misión está a medio camino. Es claro que si las saca adelante, se pondrá primero en la fila a la Presidencia, así el uribismo y la izquierda tradicional se arranquen sus propios pelos. Quien ayude a convertir las reformas en leyes, tendrá el derecho —después— de administrarlas. 

Por ahora, su prueba de fuego es la reforma a la salud, pero la está enredando con sus declaraciones contra el texto de esta y contra la ministra Carolina Corcho. Por supuesto que Roy tiene derecho a expresarse como a bien tenga, pero en el fondo, sus objeciones no son contra la ministra, son contra el presidente, pues desde la campaña Petro propuso con claridad la eliminación de las EPS como intermediarias financieras del sistema.

Roy, con su habilidad habitual habla mal de las EPS, aduce que ha batallado toda la vida contra estas, pero en el fondo está abogando porque sigan en su papel de administradoras del recurso económico, que es lo que el presidente no quiere. 

En esa posición ha tenido duros enfrentamientos con Gustavo BolívarSi Roy Barreras no está de acuerdo con el proyectoes mejor que dé un paso al costado y no conduzca el debate”;  con David Racero, “Roy Barreras terminó siendo el principal vocero de la oposición”. Y con otros tantos.

Muchos pensamos que Roy debe hablar directamente con el presidente y llegar a acuerdos, en vez de estar dando declaraciones que arrancan los aplausos de la oposición, pues, si se pasa de vivo, puede terminar haciendo la cola, pero para el Nobel de Literatura, premio que no pudo obtener ni el mismísimo Jorge Francisco Isidoro Luis Borges Acevedo, conocido en toda la galaxia como Borges.

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6 Comentarios

  1. Es un gran artículo, lo felicito, la verdad, es irrefutable en este caso, a nosotros los de la izquierda, tenemos un cuarto, no de hora, un cuarto nuestras ideas de gobierno están en clustadas. Es imposible que de él salgamos. Roy Barreras, es una gran opción para seguir minando, a la derecha en Colombia.

  2. Pascual guerrero

    Un escritor periodista historiador como Pedro Luis Barco engrandece el objetivo periodístico de saber hacer analisis crítico calificado sobre nuestra realidad politica histórica y social

  3. Que buena columna la que acabas de escribir, mi querido amigo Pedro Luis, me agrado mucho lo elocuente que eres, te felicito y te aprecio por tus buenos dotes de escritor, lo que dices de Roy Barrera es hombre es un zorro políticamente pues se ha encumbrado para llegar hasta donde hoy está, como presidente del senado, dónde está realizando un papel inmenso, que las mayorías apoyen el proyecto que tiene nuestro gran Presidente Doctor Gustavo Petro. Y esperemos con toda espectativas, que todas las reformas salgan avantes para el bien de todos los colombianos, gracias doctor Pedro Luis por tu escrito.

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