Rusia no quiere hacer “pronósticos” sobre las negociaciones con Ucrania
Este martes se reanudaron las negociaciones entre ambos países. El asesor del presidente de Ucrania afirmó que la guerra podría terminar en mayo. Rusia prefirió evitar “pronósticos” anticipados.
El Kremlin consideró prematuro cualquier “pronóstico” sobre el futuro de las negociaciones con Ucrania. “El trabajo entre las dos delegaciones (rusa y ucraniana) prosigue por videoconferencia, es un trabajo complejo, y el hecho de que prosiga ya es positivo”, opinó el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov.
“No queremos hacer pronósticos por el momento”, agregó y dijo preferir “esperar a tener resultados tangibles antes de informar a las poblaciones de ambos países”.
Este pronunciamiento se da luego de que Oleksiï Arestovich, asesor de la Presidencia ucraniano, asegurara que es posible que la guerra en Ucrania termine en mayo, debido a que el Kremlin no estaría dispuesto a seguir poniendo recursos humanos y militares. “Pienso que a más tardar en mayo (…), deberíamos muy probablemente llegar a un acuerdo de paz, y quizá mucho más rápidamente”, señaló.
Este martes precisamente se reanudaron las negociaciones entre ambos países, según informó un funcionario responsable ucraniano, que insistió en un alto al fuego.
“Las negociaciones están en curso”, afirmó en Twitter Mykhailo Podoliak, negociador y consejero del presidente ucraniano Volodimir Zelenski. Entre los temas que se deben abordar figuran “un alto el fuego y la retirada de las tropas” rusas del territorio ucraniano, añadió.
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Más sanciones
El conflicto en el corazón de Europa ha generado cientos de respuestas de gobiernos y empresas. Por ejemplo, McDonald ‘s, Coca-Cola y Starbucks cerraron sus operaciones con el fin de cercar y presionar a Rusia. Los países del continente europeo, por su parte, han tomado medidas para golpear a los sectores energético, financiero y de transporte de la nación más grande del mundo.
Este martes, el gobierno británico amplió sus sanciones contra Rusia en respuesta a la invasión de Ucrania, incluyendo unos 350 individuos más a la lista de sancionados e imponiendo aranceles punitivos a productos como el vodka y la prohibición de exportar bienes de lujo.
Buscando incrementar la presión económica sobre el régimen del presidente Vladimir Putin y los multimillonarios rusos que lo apoyan, el ejecutivo de Boris Johnson agregó 350 nuevos nombres a la lista de sancionados –51 de los cuales son oligarcas y sus familiares– llevándola a 935. Entre ellos figuran el primer ministro Mijáil Mishustin, el ministro de Defensa Serguéi Shoigu y el expresidente ruso Dmitri Medvedev, así como el secretario de prensa de Putin, Dmitry Peskov, y la portavoz del ministerio ruso de Relaciones Exteriores, María Zajárova.
A estos se suman un total de 70 empresas y filiales también sancionadas.
“Estamos yendo más lejos y más rápido que nunca en golpear a los más cercanos a Putin, desde los principales oligarcas, a su primer ministro, y los propagandistas que venden sus mentiras y desinformación. Les hacemos responsables por su complicidad en los crímenes de Rusia en Ucrania“, afirmó la ministra británica de Relaciones Exteriores, Liz Truss, al anunciar las nuevas sanciones al Parlamento.
Estas sanciones, que en las últimas semanas ya habían sido aplicadas a magnates como Roman Abramovich –propietario del club de fútbol londinense Chelsea–, incluyen congelación de haberes, imposibilidad de hacer negocios con individuos y empresas británicas y prohibición de viajar al país.
El Reino Unido impuso también el martes sanciones comerciales, centrándose en el sector del lujo tan apreciado por los multimillonarios rusos, que incluye un aumento de 35 puntos porcentuales a las tarifas impuestas a productos como el vodka, la pieles de animales y metales como la plata, el aluminio, el cobre y el acero.
Por su parte, las empresas británicas no podrán exportar a ese país productos de lujo, entre los que se incluyen los automóviles, las obras de arte y la moda, informó el ministro de Comercio Internacional en un comunicado.
“Nuestros nuevos aranceles aislarán aún más a la economía rusa del comercio mundial, asegurando que no se beneficie del sistema internacional basado en normas que no respeta”, afirmó el ministro de Finanzas, Rishi Sunak.
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La presión a China
China está bajo una intensa presión diplomática tanto de Europa como de Estados Unidos para que deje de apoyar a Rusia y a su economía, golpeada por innumerables sanciones desde la invasión de Ucrania. No obstante, Pekín se resiste de momento a dejar de apoyar a su aliado.
Según el diario estadounidense New York Times, el gobierno ruso, aislado y luchando contra la caída de su moneda, habría pedido ayuda económica y militar a China, que parece haber respondido positivamente a la demanda, al menos en parte.
Los medios estadounidenses, citando a funcionarios no identificados, afirman que Pekín está dispuesto a apoyar la economía rusa y a proporcionar, incluso, armas y apoyo logístico a las tropas del presidente ruso Vladimir Putin en Ucrania. La AFP no pudo verificar estas afirmaciones.
Para Pekín, sin embargo, es difícil encontrar el equilibrio entre su amistad con Rusia y su deseo de evitar el oprobio internacional e incluso de ser objeto a su vez de las sanciones occidentales.
Por el momento, China intenta aparecer como una potencia neutral, pidiendo “moderación” y negociación entre Rusia y Ucrania, al tiempo que critica la expansión de la Otan.
*Con información de AFP.
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