La remontada
Ante una inminente alianza entre Sergio Fajardo y Rodolfo Hernández, el centro político reverdece sus aires. ¿Será suficiente? Lo más probable es que no.
Reconociendo la fiabilidad de las encuestas, 2022 tampoco será el año para superar la polarización política. Como ha sucedido en las últimas tres campañas, la opinión pública no duda que quien representa al centro sea una interesante opción política. Sí, empero, se nos volvió costumbre asimilar la decepción de su fracaso comunicativo, su lejana empatía con todo el espectro social, su débil capacidad de movilización y la poca naturalidad para dar soluciones a los problemas básicos de la gente.
Si de comparar se trata, Petro superó un hilo de vanidad y decidió terminar la cruzada con la gente, en la plaza, convocando al pueblo. No asiste a los debates en medios de comunicación -en gran medida por el rabo de paja que carga por cuenta de sus alfiles-, pero ejecuta una estrategia tendiente a atesorar la base popular reforzando su dialéctica.
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En contraste, el matrimonio de Sergio Fajardo y su campaña es con el país urbano. Se eternizan los errores de forma cometidos por el Nuevo Liberalismo y compañía en las pasadas elecciones de marzo. Su fracaso electoral se explica en que su elocuencia moderada no conecta con el país popular. Equivocadamente, consideran que la prosa capitalina es amable al oído de la gente solo porque entona la letrilla anticorrupción.
No desconozco el valor que supone liderar banderas de transparencia y demostrar con hechos que el camino para llegar determina la manera de gobernar. ¡Que es urgente depurar el todo vale como sendero para gobernar! Reivindico, de hecho, que el gran desafío ético de nuestras instituciones debe ser el de modificar sus prácticas, especialmente en el terreno clientelista, donde Petro y Fico se mueven como peces en el agua.
No obstante, con tres años de campaña a cuesta, es increíble que tanta intelectualidad acumulada, tecnócratas, académicos y políticos de diversos sectores, todos con experiencia probada, no hayan descifrado la manera de seducir a medio país. Es difícil saber si aún se está a tiempo, pero este último esfuerzo de la campaña fajardista debe estar de cara al gran país rural. El que no los conoce.
Ese país de la gran diversidad y heterogeneidad ambiental, regional, social y económica, de la que nos pavoneamos todos en las ciudades, como si fuese un tesoro propio que a la vez desconocemos. Esa parte de la Nación, que traza también la línea más gruesa de pobreza y desigualdad, que incluso migra aceleradamente hacia las urbes donde los moderados reparten volantes y suben sus fotos a las redes sociales.
El país de las ciudades grandes ya los estima, reconoce y en buena medida los apoyará en las urnas, pero en esta recta final no es suficiente. Sergio Fajardo y su combo deben saldar una deuda política con los territorios: donde no los conocen. Donde el audaz y neoclientelista Petro y el chabacano Fico son fuertes, vendiendo ilusiones y alineando maquinarias, respectivamente.
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Segunda velocidad: en la mojiganga de la campaña, el refuerzo de Rodolfo Hernández puede ser el gran revulsivo que necesita el centro. Rodolfo ha sido un gran catalizador del fervor y la ira de quienes desprecian el sistema y no convidan con los extremos. Veremos qué sucederá en los próximos días frente a un eventual acuerdo programático entre el exalcalde de Bucaramanga y Fajardo, entre quienes, a priori, era previsible buena química en la recta final.
Sin embargo, en esta ventana de oportunidad que se abre para el centro, no bastan las arengas de moral. Menos con la sobriedad que aportan las posturas académicas. El centro está en mora de convertir la indignación en mensajes ágiles, propositivos, de localidades y regiones, que hagan efectiva la remontada en cada lugar del territorio nacional. Algunas de consideraciones -de gratis-.
Primero: la campaña debe movilizar ideas de proyectos, de alto impacto social y económico, coherentes con la necesidad actual de las comunidades y anticipar un futuro diseño del Plan de Desarrollo Nacional. Prometer que la focalización de las inversiones se dará hacia los grupos más pobres y vulnerables de los municipios. Como sucedió en Medellín y Antioquia, es altamente factible que se logre empoderar a las comunidades y darles un protagonismo efectivo en la priorización de los presupuestos de inversión.
Segundo: evitar el romanticismo teórico, sí utilizar un discurso pedagógico, para dirigir un mensaje a los votantes indecisos, desde el cual se explique, con lenguaje claro y sencillo, cómo su voto puede contribuir efectivamente al cambio del país. Cómo en la periferia rural (dos terceras partes del país), retrasada y marginal, con escasa presencial estatal, caracterizada por regiones de economía campesina deprimida y zonas de colonización donde han prevalecido los cultivos ilícitos y la minería ilegal, puede transformarse en el mediano plazo en espacios integrados al mercado y las oportunidades sociales.
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Tercero: condenar con evidencias (no solo con retórica) y ¡de frente! la intermediación de los partidos políticos y de los grupos armados en la focalización del gasto público: el gran escenario de corrupción en los territorios. Sí, con el que hoy cohonestan Petro y Fico.
Cuarto y último: fomentar espacios de discusión y deliberación local con amplia participación, en particular de aquellos ciudadanos que hacen oposición pacífica al gobierno de turno y se aprecian al margen de los extremos políticos. Mediatizar en exceso estos espacios, conducirán a la eficacia del mensaje.
Si tras recorrer la vasta y variante geografía nacional, con el sudor en la frente y la satisfacción del deber cumplido, el centro no se recupera de su aturdimiento de cara al 29 de mayo, por lo menos se tendrá la tranquilidad de estar sembrando en terreno fértil para los gobiernos regionales en 2023 y una candidatura presidencial viable para 2026.
Por: @dialbenedetti
2 Comentarios
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Donde estan los apoyos de Galan, Alejandro Gaviria, Robledo, Amaya? Se desaparecieron misteriosamente y dejaron solo a Fajardo repartiendo volantes en la calle ? Oportunistas y pesimas alianzas con estos desleales que se desaparecieron de la contienda politica como apoyos de campaña. Egoistas y encumbrados dizque en intelectualidad academica resultaron peores que lo que criticaban de las alianzas de petro y de fico. Hipocresia, desleales y poco compañeros para apalancar a Fajardo resultaron estos precandidatos de pacotilla