Qué es el sistema Swift y por qué la exclusión de Rusia hace tambalear la economía mundial
Una de las sanciones más duras que han meditado y, finalmente, ejercido Estados Unidos y la Unión Europea viene por cuenta de excluir a las empresas y bancos rusos del sistema económico Swift. Según la Unión Europea, alrededor de 70 por ciento del sector bancario ruso está actualmente excluido del Swift, lo que supone un serio problema para la economía de Rusia. Para comprender las implicaciones de esta medida, es necesario entender qué es el Swift y cómo funciona.
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¿Qué es el Swift?
Swift es el acrónimo de Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication. El sistema Swift tiene sede en Bélgica y está abierto a más de 200 países, y recibe movimientos de unas 11.000 instituciones financieras.
En concreto este sistema es una red de mensajería que permite la liquidación interbancaria de manera rápida y segura entre instituciones financieras de todo el mundo.
En la práctica, este sistema permite, por ejemplo, a un país como Alemania pagar electrónicamente sus compras de gas ruso.
Según el sitio internet de la asociación nacional rusa Rosswift, Rusia es el segundo país después de Estados Unidos en número de usuarios de este sistema, con unos 300 bancos e instituciones miembros.
Por eso, la exclusión de los bancos rusos de este sistema impide de raiz las transacciones rusas para financiarse en momentos de crisis y guerra, como el actual en Ucrania. Es decir, busca neutralizar una parte de las gigantescas reservas de divisas extranjeras que Rusia ha acumulado en los últimos años, sobre todo gracias a sus ingresos por actividades petroleras.
Además de la exclusión de algunos bancos rusos del sistema Swift, la Unión Europea también ha suspendido las transacciones con el banco central de Rusia. Estas restricciones obligaron al banco central ruso a aumentar en 10,5 puntos (hasta el 20 por ciento) los tipos de interés de referencia, que sirven de base para los contratos de numerosas actividades financieras, como los préstamos, en un contexto de aumento de la inflación anterior a las sanciones.
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Las agresivas sanciones impuestas por el mercado occidental a Rusia han ocasionado el hundimiento del rublo en comparación con el dólar y el euro desde la apertura de los mercados. La moneda rusa ha alcanzado récords mínimos.
Como explica Ipek Ozkardeskaya, analista del banco Swissquote, en alusión a los bancos rusos: esta medida “no los bloquea, pero los hace caóticos y poco fiables“.
Las salidas de Rusia tras la exclusión en Swift
Desde la crisis de Crimea en 2014, cuando Rusia también enfrentó sanciones internacionales, el gobierno ruso ha intentado disminuir su dependencia de la economía de Occidente. En consecuencia, ha movilizado sus importaciones hacia aliados como China, y ha recortado su presupuesto para enfrentar sanciones como las actuales.
Ahora, los bancos rusos retirados del Swift podrían mover sus operaciones no solo hacia China, sino utilizar incluso criptomonedas. En todo caso, buena parte de la economía rusa está limitada actualmente a su estructura financiera, llamada Sistema de Transferencia de Mensajes Financieros (SPFS), y al sistema chino, cuyo gobierno que se mantiene neutral hasta el momento ante la invasión de Ucrania.
La respuesta de Rusia
Ante las sanciones, que incluyen la exclusión en el Swift, el presidente ruso Vladimir Putin decretó varias medidas para contrarrestar la caída del rublo.
Según un decreto publicado en la página web del Kremlin, los residentes en Rusia tendrán prohibido transferir divisas al extranjero a partir del martes.
Además de esta medida, los exportadores rusos también se verán obligados a convertir en rublos el 80 por ciento de sus ingresos obtenidos en monedas extranjeras desde el primero de enero de 2022.
Las sanciones occidentales llevaron al Banco Central de Rusia a aumentar fuertemente su tipo de interés básico, a 10,5 puntos (un 20 por ciento), para limitar la inflación.
Inestabilidad financiera global
Este lunes (28 de febrero), las principales bolsas mundiales volvieron a caer entre temores de que las sanciones a Rusia disparen los precios de la energía y refuercen la inflación actual.
Wall Street abrió en baja, y las plazas europeas estaban en rojo. Las materias primas se dispararon de nuevo, empezando por el petróleo, cuyo barril de WTI, principal referencia estadounidense, subía más de 4 por ciento, en torno a los 95 dólares.
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A pesar del impacto que las sanciones tengan en Rusia, las penalidades financieras contra Moscú podrían tener consecuencias en la inflación también fuera del país.
El conflicto es “susceptible de hacer aumentar de forma significativa los precios de la energía, lo que conllevaría efectos inflacionistas inmediatos y un freno importante en el crecimiento mundial“, considera Silvia Dall’Angelo, economista en Federated Hermes.
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