¿Quiénes son la temida banda Tren de Aragua y cómo llegaron a Colombia?

El gobierno de Venezuela afirma que las autoridades desmantelaron el grupo criminal que controlaba la cárcel de Tocorón, donde tenían piscina, restaurantes y hasta un zoológico. Pero ¿quiénes componen esta temida organización cuyos tentáculos se extienden desde Colombia hasta Chile?

Las autoridades venezolanas afirman que la redada para retomar la prisión de Tocorón, en el norte de ese país, el pasado 20 de septiembre, asestó un “golpe devastador” para el grupo criminal Tren de Aragua, pero grupos civiles han cuestionado su éxito, como el Observatorio Venezolano de Prisiones (OVV), que asegura que el líder escapó antes de la operación.

El OVV, que sigue la evolución de los centros de detención más peligrosos del país, dijo que al jefe de la banda, Héctor Guerrero, junto con otros líderes, se les avisó ​​de la redada y lograron huir de la prisión y el país un semana antes.

Sin embargo, Ceballos anunció este sábado 23 de septiembre el desmantelamiento del Tren de Aragua, días después de que el gobierno venezolano enviara a 11.000 soldados y policías a la cárcel de Tocorón para su retoma, donde había restaurantes, bares e incluso piscinas al aire libre, y funcionaba como centro de operaciones de la banda.

En rueda de prensa, Ceballos aseguró: “Tenemos el control total de este penal” y “hemos desmantelado totalmente al autodenominado Tren de Aragua”.

Sin embargo, no ofreció detalles adicionales.

La banda delincuencial del Tren de Aragua, que supuestamente cuenta con unos 5.000 integrantes, surgió en 2014 y se dedica a secuestros, robos, narcotráfico, prostitución y extorsión, según informes oficiales. También ha extendido su influencia a otras actividades, algunas legales, pero también a la minería de oro ilegal.

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Aunque el OVV no especificó a qué países se dirigieron, acusó a las autoridades de “opacidad”, lo cual las autoridades han negado.

Ceballos dijo el sábado 30 de septiembre que unos 88 miembros que escaparon durante la redada de las fuerzas de seguridad han sido recapturados y que la mayoría de los 1.600 reclusos fue reubicada en otras cárceles del país.

¿Las disidencias de las Farc “humillaron” a Maduro?

¿Que movió a Nicolás Maduro a la acción, después de años de tolerar el feudo criminal en Tocorón?

En un extenso análisis sobre esta banda criminal transacional —cuyos tentáculos se extienden a Colombia—, el medio especializado en crimen organizado Insight Crime explica que el presidente venezolano ha mostrado una larga permisividad con las estructuras criminales que operan en su país, tanto de origen venezolano como colombiano, ya que —señala el portal— necesitaba acceso a las rentas criminales para mantener la lealtad de generales y figuras políticas claves cuando el Estado se encontraba al borde de la bancarrota.

Sin embargo, desde 2020, las fuerzas de seguridad venezolanas se han movilizado contra varios grupos criminales que las han desafiado, por ejemplo, la megabanda de Carlos Luis Revete, alias El Koki; y elementos de las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), que establecieron una infraestructura narcotraficante en el estado venezolano de Apure.

Según el medio especializado, la operación motivó el despliegue de un contingente importante de soldados que terminaron “humillados” por los insurgentes colombianos, al capturar a ocho de los primeros y forzar la retirada del ejército. Esto podría explicar el aparente exceso de capacidad en la operación de Tocorón. Es claro que Maduro no quería nuevas derrotas o humillaciones.

Otro factor podrían ser las próximas elecciones presidenciales de 2024. Maduro tiene interés en que esos comicios, al contrario de los celebradas en 2018, sean reconocidos como legítimos por la comunidad internacional. Es posible que las acciones contra algunos de los grupos criminales más notorios de Venezuela sean un intento por limpiar su imagen en el país y en el exterior en un momento en que la campaña política toma fuerza.

También ha habido llamados de Colombia instando a tomar medidas contra Tocorón y el Tren de Aragua, después de que las autoridades relacionaran a la banda venezolana con una ola de homicidios ocurridos en Bogotá.

De sindicalistas a extorsionistas

La banda, explica InSight Crime, nació de un sindicato de trabajadores que trabajaban en la construcción de un proyecto ferroviario el cual atravesaría los estados venezolanos de Aragua y Carabobo; conexión ferroviaria que dio origen al nombre de Tren de Aragua.

Tras el inicio del proyecto, en 2005, el sindicato cobró por asignaciones de trabajo y extorsionó a los contratistas. Cuando se detuvo la construcción, en 2011, el sindicato ya funcionaba como una banda criminal.

Sin embargo, fue en 2013 que el Tren de Aragua se convirtió en el grupo criminal que hoy se conoce, año en el cual Héctor Rustherford Guerrero Flores, alias Niño Guerrero, fue encarcelado en Tocorón por homicidio y estableció una alianza con los sindicalistas. Allí, ascendió rápidamente en la jerarquía penitenciaria hasta convertirse en ‘pran’, como se conoce a los líderes penitenciarios en Venezuela.

Diversos factores ayudaron a que el Tren de Aragua se fortaleciera. Por un lado, las reformas penitenciarias venezolanas aprobadas en 2013 para mejorar la seguridad nunca se aplicaron en Tocorón.

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Por otro lado, Guerrero comenzó a cobrar una cantidad mensual para la “causa“; los presos debían pagarle para vivir con seguridad en el penal. Estos ingresos permitieron la construcción de un gimnasio, una piscina, un parque infantil, un restaurante y una discoteca dentro del penal.

Fuera del penal, el Tren de Aragua encontró pocos obstáculos para establecer su control y operaciones. Guerrero reclutó a líderes de bandas criminales de barrios cercanos a Tocorón y estableció otro centro de operaciones.

Con financiamiento del gobierno

Una de las pandillas vinculadas al Tren de Aragua estableció legalmente una institución, Fundación Somos El Barrio JK, para recibir recursos y apoyo del gobierno, incluido el de la entonces ministra de Prisiones, Iris Varela, denunció InSight Crime. El grupo también impone normas estrictas en la comunidad bajo los auspicios de esta fundación.

La organización delictiva fue extendiéndose por el estado, barrio por barrio, financiada tanto por las actividades ilegales como por el gobierno.

Sin embargo, entre 2015 y 2017, la banda finalmente obtuvo una respuesta oficial. Las fuerzas de seguridad llevaron a cabo la Operación de Liberación del Pueblo (OLP), una serie de redadas contra grupos criminales en todo el país. Pero el Tren de Aragua aguantó.

Guerrero siguió ganando más poder e incluso aceleró su expansión, tanto dentro como fuera de la prisión. Dentro de Tocorón, consolidó su poder luego de presuntamente asesinar al primer pran de Venezuela, Wilmer Brizuela, alias Wilmito, dentro la institución, en abril de 2017.

En los años siguientes, la pandilla expandió su red a otros estados de Venezuela a través de alianzas con pandillas más pequeñas.

Desde 2018, la pandilla inició su expansión hacia Sucre, un estado costero del noreste, cercano por mar de Trinidad y Tobago, buscando iniciar el tráfico de drogas hacia el Caribe, según fuentes entrevistadas por InSight Crime. Y aunque fue desplazado por el Tren del Llano, el de Aragua mantiene el control de Güiria, uno de los pueblos costeros más cercanos a las islas.

El Tren choca con el ELN

Uno de sus primeros intentos de establecerse en las fronteras de Venezuela se produjo en 2018, especialmente entre el estado venezolano de Táchira y Colombia, con Norte de Santander. La pandilla combatió a grupos guerrilleros como el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y a bandas criminales como las Autodefensas Gaitanistas, que ejercen el control de los cruces clandestinos, conocidos como trochas. El Tren de Aragua buscó establecerse en Cúcuta y Villa del Rosario (Norte de Santander), ambas cercanas a la frontera. Su presencia agravó su conflicto con el ELN, que derivó en una ola de enfrentamientos y homicidios.

El mismo modus operandi lo llevó a otros países de la región, donde el Tren de Aragua ha establecido grupos satélites. Desde 2018, sus miembros se han expandido a lo largo de rutas transnacionales utilizadas por migrantes venezolanos. Comenzó traficando migrantes a través de fronteras, pero luego se aventuró en la trata de personas, la extorsión, el trabajo sexual y el tráfico de drogas.

Actualmente existen informes, según reportes de InSight Crime, sobre la presencia del Tren de Aragua en Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Chile.

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Listado criminal

El Tren de Aragua comenzó cobrando dinero de extorsiones dentro y fuera de la prisión, antes de diversificar su cartera criminal. También ha establecido múltiples fuentes de ingresos a través de la extorsión, el secuestro, la trata de personas, el tráfico de migrantes, el contrabando y se sospecha que está involucrado en el tráfico de armas y drogas.

Tren de Aragua
| Fuente: InSight Crime.

Sin embargo, la extorsión aún proporciona uno de sus ingresos criminales más lucrativos, tanto a los presos en Tocorón, que comienza con 10 dólares mensuales por preso, así como a empresas, productores agrícolas y trabajadores sexuales dentro y fuera del país.

La organización también realiza secuestros en Venezuela y otros países. Chile, Colombia y Perú han informado de secuestros por parte de grupos que se cree están vinculados al Tren de Aragua. Y en los últimos años, la banda ha comenzado a robar vehículos y secuestrar a sus dueños.

Pero el tráfico de migrantes fue el esquema que le permitió cruzar las fronteras latinoamericanas. Impulsada parcialmente por el éxodo de venezolanos en la última década, la pandilla ha tomado el control de los cruces fronterizos, acusando a migrantes, predominantemente venezolanos, y a narcotraficantes. El grupo también ha sido vinculado con la trata de personas con fines de explotación sexual y extorsión a trabajadoras sexuales venezolanas a lo largo de la ruta migratoria hacia Chile.

De homicida a líder penitenciario

El líder de la banda es Héctor Rustherford Guerrero Flores, alias Niño Guerrero, principal jefe penitenciario de Venezuela, quien lidera el grupo desde la cárcel de Tocorón.

Según registros de la Corte Suprema de Justicia de ese país, Guerrero inició su carrera criminal en 2005, cuando atacó a una comisión policial y asesinó a Oswaldo González, un policía en Aragua. Fue encarcelado por primera vez en Tocorón en 2010, pero escapó tras dos años de ser líder de la institución. Los medios venezolanos informaron que su fuga estaba asociada con una actriz y modelo venezolana llamada Jimena Araya, conocida como Rosita, con quien supuestamente dirigía una red de explotación sexual en la cárcel.

Su recaptura y regreso a Tocorón llevó a Guerrero a consolidar el Tren de Aragua junto con otros delincuentes, quienes se convirtieron en sus lugartenientes de mayor confianza. Entre ellos se encontraban Larry Amaury Álvarez, alias Larry Changa; Kenferson Sevilla Arteaga, alias El Flipper; y Yohan José Guerrero, alias Johan Petrica. Este último ha sido acusado de liderar ahora una poderosa banda minera ilegal en el estado venezolano de Bolívar.

El centro de operaciones del Tren de Aragua estaba en la cárcel de Torocó, y tienen otro precisamente en la Fundación Somos Barrio JK, a 30 kilómetros del centro penitenciario.

Sin embargo, según reportes de InSight Crime, la fundación funciona como una especie de ‘alcaldía alterna’, pues no solo es la encargada de repartir las bolsas de comida subsidiadas por el gobierno, conocidas como CLAP, sino que también hace jornadas de limpieza, brinda servicios de seguridad y administra cinco comedores comunitarios.

La pandilla también está presente en al menos otros seis estados venezolanos: Carabobo, Sucre, Bolívar, Guárico, Lara y Miranda.

Si bien su enfoque principal ha estado en las regiones fronterizas, algunos miembros del grupo también se han establecido en ciudades importantes como Bogotá, Lima (Perú) y Santiago de Chile.

Aliados y enemigos

Tren de Aragua mantiene numerosos vínculos con grupos del crimen organizado, tanto en Venezuela como en otros países, con los que ha establecido pactos de no agresión e incluso alianzas para compartir ingresos criminales.

Además de las bandas delincuenciales en varios estados de Venezuela, la organización también se ha aliado con múltiples grupos carcelarios, según investigaciones y fuentes de InSight Crime.

Además, hay pruebas de que el Tren de Aragua sigue en busca de este tipo de alianzas con potenciales grupos satélites en países como Perú y Chile. Por ejemplo, según un informe de Brasil de 2021, miembros de la banda habían sido encarcelados en el estado norteño de Roraima, cerca de Venezuela, y estaban trabajando con el grupo criminal más grande de Brasil, el Primer Comando Capital (Primeiro Comando da Capital, PCC).

Pero el Tren de Aragua no es nada tímido. Se ha enfrentado a múltiples grupos, especialmente al ELN, por el control de los pasos fronterizos entre Venezuela y Colombia. Pero este conflicto parece haber disminuido en intensidad en 2022.

Aunque el desarrollo del Tren de Aragua fue impulsado por su relación con funcionarios clave del gobierno, al tiempo que la banda ha logrado corromper a otros, ha sido difícil probar los dichos vínculos. Fuentes de InSight Crime aseguran que hay indicios de conexiones con actores políticos progubernamentales, pero estas acusaciones no han sido corroboradas de forma independiente.

¿Desmantelado o sin un centro de operaciones?

La expansión territorial del Tren de Aragua a lo largo del continente se ha convertido en una amenaza para la seguridad regional y desmantelarlo no será fácil.

Por un lado, es poco probable que el grupo pueda ser erradicado mientras opere con impunidad desde Venezuela, donde tiene una base de operaciones ideal para que su criminalidad prospere.

Además, el historial del grupo en el control de prisiones y la corrupción de funcionarios de seguridad dificulta que las fuerzas del orden puedan contraatacar: ya ha tratado de replicar estructuras carcelarias similares en Perú y Chile, donde las autoridades tienen menos experiencia en lidiar con redes criminales intracarcelarias. Sin embargo, en Colombia, el Tren de Aragua cuenta con un amplio margen de operación a ambos lados de las rejas.

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