¿Qué consecuencias tendrá el aumento del apoyo militar de Occidente a Ucrania?
Al principio de la invasión rusa, a Washington le preocupaba que equipar agresivamente al ejército de Ucrania con algo que no fueran armas “defensivas” implicara arriesgarse a involucrar a Estados Unidos y a la OTAN en un conflicto directo con Rusia. Hasta las últimas semanas, la estrategia norteamericana para intervenir en la guerra en Ucrania pasaba por el apoyo para que Ucrania resistiera, pero el enfoque ha cambiado.
En lugar de decir, como hizo en febrero, que sólo quiere ayudar a Ucrania a sobrevivir, Washington afirma ahora que su objetivo es debilitar a Rusia a largo plazo.
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Ahora el Pentágono dejó esas inhibiciones y está enviando armas ofensivas como artillería pesada, helicópteros y drones de ataque. Y en vez de ocultarlo, el Pentágono también comenzó a hablar abiertamente de cómo está entrenando en Alemania a las tropas ucranianas para utilizar las armas que están recibiendo.
En su visita a Kiev la semana pasada, el secretario de Defensa estadounidense Lloyd Austin dejó claro que “queremos ver a Rusia debilitada al punto de que no pueda hacer el tipo de cosas que hizo al invadir Ucrania“. Una declaración de intenciones que le resta importancia a las amenazas del gobierno ruso de escalar el conflicto en Ucrania a niveles peligrosos.
Menos armamento para Ucrania: el reclamo de Putin a Occidente
Para el presidente ruso Vladimir Putin, los países occidentales tienen que dejar de suministrar armas a Ucrania.
En su reciente conversación con el mandatario francés Emmanuel Macron, Putin señaló que “Occidente podría ayudar a poner fin a las atrocidades ejerciendo una influencia apropiada sobre las autoridades de Kiev y dejando también de suministrar armas a Ucrania“. Putin también acusó a las fuerzas ucranianas de cometer crímenes de guerra, y a la Unión Europea de “ignorarlos“.
La amenaza nuclear de Putin está siendo desdeñada por el gobierno de Biden. La semana pasada, Estados Unidos reunió a 40 países en una base estadounidense en Alemania para debatir sobre la ayuda a la guerra de Ucrania con Rusia. Allí acordaron reunir mundialmente los suministros de armas y pedir al Congreso 33.000 millones de dólares más para apoyar a Ucrania.
Tras el encuentro, Putin amenazó con una respuesta “rápida como un rayo” si terceros intervienen directamente en favor de Kiev. “Para ello tenemos todas las herramientas que nadie más puede presumir de tener. No vamos a alardear: las utilizaremos, si es necesario“, dijo Putin.
Fue una referencia apenas velada a las armas nucleares tácticas de Rusia, que según la doctrina militar rusa pueden utilizarse para obligar a un enemigo a retirarse. En todo caso, Washington está optando por ignorar las amenazas del mandatario ruso de utilizar armas nucleares.
Incluso, Biden, redobló su apoyo a Ucrania. Los 33.000 millones de dólares que pidió incluyen 20.000 millones para armas y municiones, casi siete veces la cantidad enviada a Ucrania desde que los rusos la invadieron el 24 de febrero.
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Mientras tanto, el Pentágono vigila constantemente la fuerza nuclear de Rusia, pero “no evaluamos que haya una amenaza de uso de armas nucleares y no hay amenaza para el territorio de la OTAN“.
Lawrence Freedman, profesor emérito del King’s College de Londres, dijo que no hay indicios de que Rusia se esté preparando para utilizar sus armas nucleares o químicas en el conflicto de Ucrania. “Sus amenazas se toman menos en serio que antes. Ya es una potencia disminuida“, sentenció.
Lo mismo piensa Gideon Rose, del Consejo de Relaciones Exteriores en Nueva York. Rose cree que “Moscú no utilizará armas nucleares durante el conflicto“, ya que Putin “sabe que se producirían represalias extraordinarias y un oprobio universal, sin que haya ventajas estratégicas que las justifiquen“.
Crece el apoyo a Ucrania
Por su parte, el Reino Unido aumentará su ayuda militar a Ucrania frente a la invasión rusa, con radares y drones.
El primer ministro Boris Johnson señaló que “seguiremos ayudando a Ucrania con armas, financiación y ayuda humanitaria, hasta alcanzar nuestro objetivo a largo plazo, que debe ser reforzar a Ucrania de forma que nadie se atreva nunca más a atacarlos“.
Este nuevo paquete de 300 millones de libras (unos 355 millones de euros) incluye “radares para localizar la artillería que bombardea sus ciudades, drones de transporte pesado para avituallar a sus fuerzas y miles de aparatos de visión nocturna“.
El Reino Unido ya había asignado 450 millones de libras para ayudar militarmente a Ucrania proporcionando, entre otros elementos, miles de misiles antitanque ligeros. Hace poco, prometió que entregará vehículos blindados para las evacuaciones, misiles antinavíos y sistemas de defensa antiaérea.
Por su parte, el ministerio de Defensa alemán suministrará a Ucrania siete obuses blindados para ayudarle a defenderse de los invasores rusos. Los obuses, de tipo Panzerhaubitze 2000, son cañones autopropulsados, fabricados por Krauss-Maffei Wegmann (KMW).
La ministra alemana de Defensa, Christine Lambrecht, indicó que se enseñará a soldados ucranianos a usarlos a partir de la próxima semana en Alemania. Además, Holanda anunció hace poco la entrega a Kiev de cinco obuses del mismo tipo.
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El apoyo viene luego de que el gobierno de Olaf Scholz fuese duramente criticado en Alemania, pero también por socios europeos como los países bálticos y Polonia, que consideran demasiado tímido su apoyo militar a Ucrania. Después de haber limitado sus entregas a las armas defensivas, Berlín decidió enviar material pesado y anunció a finales de abril que quería proporcionar a Kiev tanques de tipo “Gepard“.
Además, según el medio The New York Times, Estados Unidos estaría apoyando “en tiempo real” a Ucrania con servicios de inteligencia para enfocar los ataques hacia generales rusos y objetivos de alto rango en el campo de batalla.
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