Bombardeos, sanciones y millones de refugiados: así marcha el plan de Rusia en Ucrania
Tras más de dos semanas desde el comienzo de la invasión de Rusia en Ucrania, la campaña del Kremlin prosigue con el avance de tropas en el oeste y el centro y el estrechamiento del cerco sobre Kiev, la capital.
Centenares de miles de civiles se hallan atrapados bajo los bombardeos y según la ONU, 2,5 millones de ucranianos ya huyeron del país.
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La situación es particularmente atroz en la ciudad portuaria de Mariúpol, al sur de Ucrania, donde según las autoridades locales 1.500 personas murieron desde que Rusia la cortó prácticamente del mundo hace doce días.
El representante local del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Sasha Volkov, alertó que algunos residentes “han empezado a pelearse por la comida” y que muchos se quedaron sin agua potable.
La situación es crítica en todo el país. El gobierno ruso prometió la apertura diaria de corredores humanitarios para que los ucranianos huyan de los combates y puedan llegar a Rusia. Sin embargo, Ucrania se niega a evacuar a sus ciudadanos a Rusia y reclama corredores dentro de sus fronteras.
Bombardeos de Rusia, posibles crímenes de guerra
En Dnipro, tres misiles impactaron edificios civiles en la ciudad de, destrozando una fábrica de zapatos y matando a un guardia de seguridad. Hasta ahora, esa ciudad industrial de un millón de habitantes era considerada relativamente segura, lo cual llevó a instalar allí un centro de coordinación de ayuda humanitaria y de recepción de desplazados.
“Hoy se suponía que debíamos acoger a gente que necesita mucho apoyo (…) Ahora no podemos ayudar a nadie“, dijo Svetlana Kalenecheko, que vive y trabaja en una clínica dañada por el ataque.
Avance de las tropas rusas en Ucrania de acuerdo con información contrastada. En negro están los territorios bajo control de Rusia; en amarillo, los probables avances rusos, y en rojo los últimos movimientos confirmados. Créditos: Descifrando la Guerra.
Otras ciudades sufrieron bombardeos nocturnos, como Chérnígov (al norte), Sumy (al noreste) y Járkov (al este), fuertemente impactadas por la ofensiva rusa. Los ataques causaron daños en edificios de viviendas e infraestructuras de suministro de agua y electricidad.
Cerca de Oskil, en la región de Járkov, un establecimiento para personas con discapacidad fue blanco de los bombardeos, sin que se reportaran víctimas mortales.
Mientras tanto, Rusia anunció que los aeropuertos militares de Lutsk y Ivano-Frankivsk, cerca de la frontera con Polonia, quedaron “fuera de acción“. Las autoridades locales afirman que cuatro militares ucranianos murieron.
Rusia abre la puerta a “mercenarios” sirios en Ucrania
El ejército ucraniano alertó en un informe que “el enemigo está intentando eliminar las defensas de las fuerzas ucranianas” en numerosas localidades al oeste y el norte de Kiev, con el objetivo de “bloquear la capital“.
El alcalde de Kiev, el célebre exboxeador Vitali Klichkó, dijo que la mitad de la población se había marchado y que la ciudad, antes con casi 3 millones de habitantes, “se había transformado en una fortaleza“.
El consejero del presidente Volodimir Zelenski, Mikhailo Podolyak, escribió en Twitter que la ciudad está “preparada para luchar“, con checkpoints y líneas de suministro: “Kiev aguantará hasta el final“, añadió.
El Ministerio británico de Defensa indicó que la estrategia de rodear ciudades “reducirá el número de fuerzas disponibles para avanzar y ralentizará el avance ruso“.
Por su parte, el Kremlin apuntó que ciudadanos de Siria y de otros puntos de Oriente Medio podrían ser autorizados a combatir junto a las fuerzas rusas en Ucrania. Ante esto, Zelenski acusó a Rusia de contratar “asesinos de Siria, un país donde todo ha sido destruido por los ocupantes, algo por lo que nos están haciendo pasar a nosotros“.
Ucrania, réplica de los métodos rusos en Siria
Mientras tanto, analistas apuntan que las tácticas de guerra desplegadas en Rusia en Ucrania ya han sido puestas en práctica durante años en Siria. Se refieren a los asaltos contra ciudades claves, bombardeo de barrios residenciales, y los “corredores humanitarios“.
Rusia interviene en el conflicto sirio desde 2015 al lado del régimen de Bashar al Asad, lo que facilitó victorias decisivas a Damasco. Sin embargo, el ejército ucraniano, en parte formado y respaldado por países occidentales, no puede compararse con las fuerzas de la oposición siria, ni siquiera en su mejor momento.
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Para el analista Fabrice Balanche, “a ojos de Rusia, Siria es un terreno de entrenamiento para hombres y armamento“.
Como en Ucrania actualmente, “el primer objetivo de Rusia en Siria fue la reconquista de grandes ciudades” como Alepo, la segunda urbe del país, y de sectores controlados por los rebeldes cerca de Damasco con el objetivo de “legitimar a Asad“, explica Balanche. Ahora, el asalto contra grandes ciudades ucranianas, entre ellas Kiev, tiene el objetivo de deslegitimar el poder, según el analista.
Y de igual modo que en Siria, los bombardeos contra hospitales y escuelas en Ucrania buscan “aterrorizar” a los civiles, estima. Rusia “bombardea objetivos similares (…) y después infraestructuras de sanidad y energía para hacer la vida imposible a los civiles y empujarlos a marchar“, dice Balanche.
En Ucrania, Rusia ha puesto a disposición corredores humanitarios supuestamente seguros para evacuar a civiles de ciudades bombardeadas. Esta estrategia se aplicó en Siria y a menudo se saldó con heridos y muertos.
Sanciones a Rusia y apoyo económico a Ucrania
Mientras los enfrentamientos continúan y el ejército ruso se acerca cada vez más a Kiev, el presidente Zelenski insta a la UE a “hacer más” para ayudar a Ucrania.
Hasta ahora, los países occidentales han ofrecido respaldo militar y humanitario a Ucrania, y refuerzan casi diariamente las sanciones contra Moscú, pero rehúsan convertir el conflicto en un enfrentamiento entre Rusia y la OTAN, dos potencias nucleares.
El jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, propuso a los líderes del bloque, reunidos en una cumbre en Francia, un aporte adicional de 500 millones de euros (548 millones de dólares) en ayuda militar a Ucrania.
Las potencias occidentales han impuesto pesadas sanciones a Moscú y enviado fondos y pertrechos militares a Ucrania, sin lograr detener el avance ruso, ni el bombardeo de objetivos civiles.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó el viernes que los aliados excluyeron a Rusia del régimen normal de reciprocidad que rige el comercio y que detendrán las importaciones de vodka, diamantes, pescado y marisco rusos. Estados Unidos y la UE prohibieron a su vez exportar hacia Rusia productos de lujo.
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“Putin debe pagar el precio, no puede empezar una guerra que amenaza los fundamentos de la paz internacional y de la estabilidad y luego pedir ayuda a la comunidad internacional“, reiteró Biden.
En el plano diplomático, las primeras negociaciones de alto nivel entre Rusia y Ucrania, que tuvieron lugar el jueves en Turquía, no desembocaron en ningún avance de cara a un alto el fuego, pero Putin afirmó que vio algunos “pasos positivos” en las conversaciones. Este comentario bastó para aliviar un poco el mercado internacional tras días convulsionados y de incertidumbre.
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