Ciencia y religión, de la mano: líderes religiosos promueven la vacunación
Aunque la fe ayuda a a los creyentes a enfrentar momentos difíciles como la pandemia, está claro que hacen falta esfuerzos pragmáticos para contener al virus. Conscientes de ello, los líderes religiosos más influyentes (el último de ellos el papa Francisco) han llamado a los fieles a vacunarse cuanto antes, en medio de un clima enrarecido por las protestas de los grupos antivacunas y la desconfianza en gobiernos y farmacéuticas.
“Un acto de amor”: papa Francisco
Esta semana, el papa Francisco encabezó una campaña dirigida a fomentar la confianza en los inmunizantes. Allí, aseguró que vacunarse contra el covid-19 “es un acto de amor”. En un mensaje para la iniciativa estadounidense “It’s Up to You” (De ti depende), el pontífice señaló que “gracias a Dios y al trabajo de muchos, hoy tenemos vacunas para protegernos del covid-19.”
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El video en el que aparece Francisco hace parte de una iniciativa dirigida a comunidades afectadas por el virus en América del Norte, Central y Sur. El papa dice que las vacunas “traen esperanza para acabar con la pandemia, pero solo si están disponibles para todos y si colaboramos unos con otros”.
Cardenales y arzobispos de Brasil, El Salvador, Honduras, México y Perú participaron también en el video con mensajes a favor de la vacunación. El prelado de 84 años agregó que “ayudar a que la mayoría de la gente lo haga (vacunarse), es un acto de amor. Amor a uno mismo, amor a los familiares y amigos, amor a todos los pueblos”.
Dalai Lama, abanderado de la vacunación
La Iglesia católica no es la única que se ha unido para llamar a sus fieles a vacunarse. El Dalai Lama, líder espiritual tibetano, hizo lo propio hace meses. En marzo recibió la primera dosis de Covishield, y aprovechó para pedir la vacunación a sus seguidores budistas y al resto de personas en el mundo.
En aquel momento, su séquito agradeció al Gobierno indio y a las autoridades de Himachal Pradesh por haberle permitido vacunarse. Recibió el fármaco en el Hospital Zonal de Dharamsala, en el norte de India. Allí, la vacuna Covishield, una versión de la vacuna desarrollada por la Universidad de Oxford y AstraZeneca, la fabrica el Instituto Serum.
Exiliado en India desde 1959, poco le importan las disputas políticas al Dalai Lama acerca de la vacunación. China no reconoce al gobierno tibetano, al cual acusa de separatismo. En todo caso, simplemente sentencia que la vacuna “es de mucha ayuda para evitar problemas graves”.
El ayatolá Jamenei, un caso particular
En junio, el guía supremo iraní Ali Jamenei recibió la primera dosis de su vacuna contra el covid. Sin embargo, recibió una vacuna creada y fabricada en la República islámica que todavía no ha sido homologada por sus autoridades sanitarias.
La televisión estatal confirmó que Jamenei recibió una dosis del fármaco COVIran Barékat, desarrollado por la Fundación de la Orden del Imán. Las autoridades iraníes anunciaron el 14 de junio que daban luz verde al uso “de emergencia”.
Asfixiado por las sanciones estadounidenses, Irán tiene acceso a vacunas extranjeras como la Sputnik rusa o la Sinopharm china. Sin embargo, el gobierno se queja de no poder importar suficientes dosis por las dificultades para pagar a sus proveedores en el extranjero.
En enero, Jamenei prohibió la importación de fármacos contra el covid producidos en Estados Unidos o Reino Unido, argumentando que esto podría “contaminar” a su país, el más castigado en Medio Oriente por el covid-19, con más de 83.500 muertes y más de 3,1 millones de casos.
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Esta semana, al igual que el papa Francisco, el ayatolá Jamenei afirmó que la lucha contra el covid-19 era una prioridad “urgente”, y llamó a acelerar la campaña de vacunación. “Al día de hoy, el coronavirus es la cuestión más prioritaria y urgente para el país”, afirmó Jamenei en un discurso televisado dedicado por completo a la pandemia.
Jamenei pidió prudencia para que se alivie la carga de trabajo de los desbordados centros médicos: “El problema se debe, en parte, a la falta de respeto de las medidas sanitarias por la población”. En todo caso, la actitud contrasta con la de parte del sector más ortodoxo de los judíos, en donde el escepticismo hacia las vacunas ha florecido a lo largo del año con protestas.
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Que bién que motiven positivamente 👍