Vacunación obligatoria o confianza en los ciudadanos: el dilema de la Unión Europea

Durante el verano, la pandemia en Europa se planteó como una carrera entre los planes de vacunación y el avance de la variante Delta. En la mayoría de la región el número de casos ascendió en las últimas semanas. Como consecuencia, en territorios como España, Escocia y Francia las restricciones se han endurecido. A pesar de que en varios países de la Unión Europea la vacunación alcanzó a más de la mitad de la población, nadie puede cantar victoria todavía. Y en el aire está la pregunta de cómo hacer que se vacunen quienes hacen falta.

En Francia, el presidente Emmanuel Macron anunció que el personal sanitario de su país deberá vacunarse antes del 15 de septiembre. El jefe de Estado también anunció la vacunación obligatoria para los trabajadores de residencias de ancianos y otras personas que trabajen con personas vulnerables. Quienes incumplan la norma “no podrán trabajar y no serán pagados“, dijo el ministro de Salud, Olivier Véran. Además de Francia, Grecia también anunció que su trabajadores sanitarios estarán obligados a vacunarse a partir del 1 de septiembre.

La vacunación obligatoria del personal sanitario en Francia, así como las restricciones para los no vacunados, han causado gran revuelo. Foto: Fred Tanneau / AFP

Merkel confía en la “voluntad” de los alemanes

Estas medidas de vacunación, calificadas como autoritarias por varios sectores detractores, comienzan a dividir a la Unión Europea. La canciller alemana Angela Merkel aseguró que no tiene “intención” de hacer obligatoria la vacunación contra el covid-19. La mandataria dice confiar en la “voluntad” de los pacientes y en la “publicidad” a favor de estos fármacos.

Angela Merkel: Foto: Annegret Hilse / POOL / AFP

Durante una visita al instituto de salud pública Robert Koch, Merkel dijo que “no tenemos intención de seguir este camino” de la vacunación obligatoria. “No creo que nos podamos ganar la confianza cambiando lo que dijimos, es decir, no a la vacunación obligatoria“, Señaló la mandataria. Y agregó: “Pero pienso que podemos ganarnos la confianza haciendo publicidad a favor de la vacunación y dejando que el mayor número de personas se conviertan en embajadoras de la vacuna a partir de su propia experiencia“.

Actualmente, 48,6 millones de habitantes de Alemania, un 58,5 por ciento de la población, han recibido al menos una dosis de la vacuna y de ellos, 35,4 millones (42,6 por ciento) están completamente vacunados. Sin embargo, el ministro de Sanidad, Jens Spahn, lamentó que se haya perdido velocidad en la vacunación, a pesar de ir al ritmo marcado por la Unión Europea.

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Francia: ¿vacunación obligatoria encubierta?

Además de decretar la inoculación obligatoria para el personal sanitario, Macron anunció que se exigirá un certificado de inmunización o una prueba negativa para acceder a bares, restaurantes o cines, o viajar en trenes y aviones desde agosto. Tras el anuncio, cerca de un millón de franceses tomaron cita para vacunarse.

El responsable del principal sitio web para reservar las citas dijo que el tráfico alcanzó en un máximo histórico tras el discurso televisado de Macron el lunes por la noche. “Registramos 20.000 citas por minuto, un récord absoluto desde el inicio de la campaña, y ha continuado durante la noche y esta mañana“, dijo el director de Doctolib, Stanislas Niox-Chateau, a la cadena BFM.

Emmanuel Macron. Foto: Axel Schmidt / POOL / AFP

Un total de 926.000 personas tomaron cita el lunes por la noche, de las cuales el 65 por ciento son menores de 35 años.

En concreto, a partir de agosto cualquier persona que quiera salir a comer o beber, tomar un tren de larga distancia o hacer compras en un centro comercial, tendrá que mostrar el certificado de vacunación. En su defecto, tendrá que presentar un resultado negativo de la prueba de covid-19. Este comprobante también será necesario para asistir a un festival, al teatro o al cine desde la próxima semana.

Las medidas provocaron fuertes críticas en las redes sociales. La palabra clave “dictadura” era tendencia en Twitter por cuenta del tráfico en la red social desde Francia. Los críticos acusan al gobierno de imponer la obligatoriedad de las vacunas de forma velada.

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Algunos alegan que con estas medidas se infringe la libertad personal de elegir si se vacunan o no. Tampoco faltan los antivacunas, que formulan teorías conspirativas sobre los vínculos entre el gobierno y las empresas farmacéuticas.

La líder de la extrema derecha francesa y rival de Macron, Marine Le Pen, criticó al Gobierno por hacer obligatoria la vacunación para el personal de salud. “Los consideramos nuestros héroes del cotidiano, siempre ahí a pesar de sus bajos salarios y sus difíciles condiciones de trabajo. Ahora se les hace sentir culpables y se les amenaza con no pagarles, con una brutalidad indecente“, escribió en Twitter.

Jocelyn Bouyssy, director del grupo de cines CGR, dijo que estaba “muy enfadado” por los anuncios, que serán difíciles de aplicar y podrían impedir el acceso a las salas oscuras a muchos franceses. “Nos mandan al matadero“, dijo.

No obstante, Véran, ministro de Salud, insistió en que estas medidas “no son un chantaje“, pero que son necesarias para evitar un nuevo confinamiento.

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Macron asegura que el objetivo del Gobierno es reconocer el “civismo” de los vacunados, e “imponer restricciones a los no vacunados, y no a todos“. El número de contagios ha aumentado considerablemente en Francia en las últimas semanas, hasta superar los 4.000 casos en los últimos días debido a la variante Delta, más infecciosa.

*Con información de AFP

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