“La violencia de género tiene su origen en la desigualdad”
Eugenia D’ Angelo, coordinadora de la Red Latinoamericana contra la Violencia de Género, habló con Diario Criterio sobre este fenómeno con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Hoy se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, una fecha que busca poner de presente las causas y consecuencias de este flagelo y exigir políticas que contribuyan a su verdadera erradicación.
Como se sabe, este fenómeno se vive especialmente en América Latina y el Caribe. De hecho, en Colombia, la Defensoría del Pueblo ha atendido a por lo menos 18.000 mujeres víctimas de violencia basada en género desde 2018 hasta septiembre de 2021.
Diario Criterio habló con Eugenia D’ Angelo, directora de la organización regional MundoSur y coordinadora de la Red Latinoamericana contra la Violencia de Género, para comprender cómo está el panorama de la violencia de género contra la mujer en la región.
Diario Criterio: ¿Qué es la Red Latinoamericana contra la Violencia de Género, cuándo nació y quiénes la integran?
Eugenia D’ Angelo: Es una red coordinada por MundoSur, una organización regional que genera proyectos de alto impacto social a través de herramientas innovadoras. La red está conformada por 36 organizaciones de América Latina y el Caribe, que representan 17 países de la región. En 2020, en plena pandemia, nos percatamos de que no existía una herramienta que visibilizara e informara el aumento de los feminicidios. Por esto, creamos un mapa regional cuyo objetivo es visibilizar, comunicar y generar incidencia política para frenar estas violencias.
Diario Criterio: ¿A qué se refiere cuando se habla de violencia de género?
E.D.A.: Son actos dañinos dirigidos contra una persona o un grupo de personas en razón de su género. Este tipo de violencias tiene su origen en la desigualdad de género, en el abuso de poder, en la existencia de un sistema de opresión que sigue poniendo a las mujeres en desigualdad con respecto de los hombres; que se sustenta en un régimen cultural y por diferentes estructuras que se sostenga a través del tiempo, a pesar de los avances que se van haciendo en favor de las mujeres.
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Diario Criterio: ¿En qué formas se manifiesta esta violencia?
E.D.A.: Pueden generarse tanto en el ámbito público como en el privado, incluso en el virtual. De hecho, esta última es un tipo de violencia que explotó durante la pandemia, por las características propias de la situación. En relación con los tipos, tenemos entonces las violencias económica, psicológica, sexual, física y la emocional. Por esto, precisamente, tenemos que seguir trabajando en la educación y en la concientización de que cuando estamos hablando de violencia de género, no nos estamos refiriendo únicamente a la violencia física o sexual.
Diario Criterio: ¿Cómo está la región en materia de violencia de género contra la mujer y en derechos de las mujeres?
E.D.A.: La realidad es totalmente alarmante. Sabemos que aumentaron durante toda la pandemia los llamados y las consultas que denunciaban estas violencias. Una de las estrategias que utilizan los perpetradores de las violencias es la de aislar a la víctima, y la pandemia facilitó que se generen estos escenarios.
Diario Criterio: Profundizando en las cifras, ¿cuáles son esos países en los que hay un panorama crítico en esta materia?
E.D.A.: En nuestro último informe de feminicidios en América Latina y el Caribe, en 2020 se registraron 4.555 mujeres víctimas en 15 países, 25 más que en 2019. En el primer trimestre de este año se han presentado 1.688 feminicidios. Los países con mayores violencias hacia las mujeres fueron El Salvador, México y Brasil. Lo que vemos es que en la región, durante los primeros 46 días de confinamiento por la pandemia, aumentaron la cantidad de llamadas y de denuncias por violencias de género intrafamiliar y sexual. En Colombia, Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, El Salvador, Guatemala, México, Paraguay, Perú y Uruguay ocurrieron al menos 51.456 casos de estas violencias. También hubo un promedio de 1.119 denuncias y llamadas diarias.
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Diario Criterio: ¿Cómo hacen el mapeo de las cifras de la región, partiendo de que en América Latina no hay una tipificación oficial o unificada?
E.D.A.: Lo que hicimos, entre todas las organizaciones que estábamos monitoreando el tema, fue ponernos de acuerdo sobre conceptos. Es decir, ¿qué entendemos por feminicidios, víctima y victimario? Utilizamos los conceptos del protocolo latinoamericano de feminicidios de ONU Mujeres de 2014. Identificamos cuáles eran los campos analíticos obligatorios que tenía que tener un formulario para levantar la información. ¿Qué se buscaba con esto? Que todas las organizaciones pudieran utilizar una única herramienta para recopilar los datos.
Diario Criterio: ¿Por qué decidieron hacerlo de esa manera?
E.D.A.: Porque muchas veces los Estados no generan la información, la presentan de una manera sesgada o la actualizan una vez al año, con suerte. Dentro de nuestra página web, de hecho, hay un mapa tricolor en el que se ve cada cuánto actualizan y con qué profundidad. Nosotros tratamos, entonces, de generar datos territoriales y de exigirles a los Estados que cumplan con sus obligaciones, de acuerdo con lo estipulado por la convención Belem Do Para, en la que se habla sobre la prevención, sanción y erradicación de la violencia contra la mujer.
Diario Criterio: Combatir la violencia contra la mujer, así como los comportamientos y creencias alrededor, es un trabajo que requiere esfuerzos desde varios sectores de la sociedad. ¿En qué hace falta trabajar?
E.D.A.: Los retos son inmensos. Según la Cepal, hay más de 300 normativas sobre violencia de género en los países de América Latina y el Caribe, que van desde las leyes que se llaman de primera generación, que son contra la violencia doméstica o intrafamiliar, hasta normas de protección integral frente a la violencia contra las mujeres. Es decir, leyes que tipifican el feminicidio, que sancionan el acoso sexual y el acoso laboral, callejero o la difusión de imágenes íntimas por medios electrónicos. Entonces, la verdad es que existen las leyes para poner fin a la violencia de género, lo que falta es la educación y concientización.
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Diario Criterio: También se habla de un trabajo a nivel político…
E.D.A.: Sí, claro. Cuando se habla de la violencia de género y de los derechos humanos de las mujeres hay que considerar la problemática de manera integral. En América Latina sabemos que hay un incremento de la representación descriptiva de las mujeres en la esfera política. Por ejemplo, en Bolivia y México hay un porcentaje de más del 50 por ciento de representación de mujeres en los poderes legislativos. Sin embargo, siguen existiendo desafíos a nivel subnacional porque solo hay un 15,5 por ciento de representación de mujeres a nivel ejecutivo.
Esto es sumamente importante porque, en definitiva, quienes están allí son quienes generan las políticas públicas y dan respuesta a las necesidades de las sociedades en las que habitamos. Si estos espacios de poder siguen estando ocupados por varones, es lógico que la construcción de la respuesta va a tener un sesgo y se van a seguir perpetuando los desafíos que tenemos en la región.
Diario Criterio: ¿Existe algún factor que genere preocupación y que podría contraponerse a los avances que se vienen haciendo para combatir estas violencias?
E.D.A.: Hay un crecimiento de las representaciones y de las referencias políticas conservadoras, antiderechos y reaccionarias en varios países de la región. Es una situación muy alarmante, porque esto genera un retroceso de nuestros derechos e implica un avance de los discursos de odio.
Diario Criterio: ¿Cómo pueden las mujeres tejer redes entre ellas para enfrentar este problema?
E.D.A.: En pandemia nos dimos cuenta de que los Estados estaban dejando de dar respuesta en cuanto a servicios de asistencia para las víctimas. Fueron las colectivas, las redes, las asociaciones territoriales, las que colmaron esos vacíos a través de coordinaciones entre ellas mismas. Nosotros lo hicimos, a pesar de las diferencias. Hay que reconocernos en nuestras similitudes para, a partir de ellas, construir puentes en tiempos de muros, construir respuestas y soluciones que nos incluyan a todas y que busquen el goce de los derechos humanos de las mujeres.
7 Comentarios
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Que bueno que existan organizaciones contra la Violencia de Género y muy bién estructuradas