Hasta hace unos meses parecía claro que el futuro de la televisión, e incluso el del cine, estaba en las plataformas de streaming.
Estas, además, se multiplicaban: Netflix, Disney +, Star +, Amazon Prime, Hulu, Paramount +, Apple TV, HBO Max, etcétera…
Pero casi siempre, en materia de costumbres, para llegar adelante hay que dar unos pasos hacia atrás.
Algunos hechos de los últimos meses han puesto a tambalear las proyecciones de crecimiento acelerado de las plataformas.
Warner Bross Discovery decidió fusionar HBO Max con Discovery+, cancelando en el camino varias de las producciones que se estaban filmando.
Como resultado, dos de las plataformas más importantes están comenzando a replantear su negocio y eso podría terminar influyendo a las otras.
La gran pregunta es si la caída reciente de los suscriptores tiene que ver con la aparición de la competencia y la difícil situación económica mundial
o si, por el contrario, se debe a que hay millones de personas que aún no están dispuestas a abandonar la antigua forma de ver televisión.
Sea como sea, el futuro del streaming no parece estar en la imagen de una persona viendo decenas de capítulos de su serie favorita en su casa,
sino la de esa misma persona viendo un evento deportivo, un concierto o su programa favorito, mientras aprovecha los comerciales para ir al baño.