EE. UU. y la UE, que pregonaron en las retóricas diplomáticas los valores de la paz y cuya hegemonía es hoy cuestionada en las relaciones internacionales, se ha puesto del lado equivocado de la historia.
EE. UU. y la UE, que pregonaron en las retóricas diplomáticas los valores de la paz y cuya hegemonía es hoy cuestionada en las relaciones internacionales, se ha puesto del lado equivocado de la historia.
Aunque las celebraciones en Colombia por las decisiones judiciales de la CIJ están plenamente justificadas, los fallos anteriores dejan claro que el problema continúa entre lso dos países.
La exigencia de una primacía de los derechos humanos y de los pueblos debería consolidarse como respuesta frente a las presiones del régimen internacional de la lucha mundial contra las drogas.
Aunque la Corte Internacional de Justicia (CIJ) no condenó ni sancionó a Colombia por el desacato al fallo de 2012, sí es evidente que se deben implementar políticas públicas y visiones geopolíticas para dar cumplimiento a las disposiciones de la Corte.