Carta a los vergajos verdes

¿De veras ustedes, decentes y moderados, se sumarán a un personaje de ese talante, que constituye el ejemplo contrario al diálogo y a la resolución pacífica de conflictos de la que ustedes hablan?

Viacrucis por los contratos de prestación de servicios

En este relato, la autora narra algunas de las dificultades e injusticias poco afines con el derecho laboral, que padecen los contratistas por prestación de servicios vinculados por el Estado. Un tema que debe posicionarse en la agenda de los candidatos presidenciales y del próximo gobierno.

No hay alma en cuerpo ajeno

Con este relato, Camila Rivera reflexiona sobre las exigencias que se les hacen a las mujeres, en especial, para cumplir estándares corporales que pueden ser muy violentos y fatales desde otros puntos de vista más allá de los kilos de más.

Hety: el eslabón del paraíso

“A Hety lo asesinó una guerra que no era suya. Balas de unos clanes que se inventaron en el continente y que sigue acabando con las islas (y con toda Colombia). La muerte hecha un proyecto al que se han vinculado jóvenes isleños por falta de oportunidades y de esperanza”.

Guerra: orgasmo del falosistema

Aquí estamos, queriendo interrumpir la gestación de un sistema que se reproduce sin cesar. Pero los mismos que hacen la guerra son los que se resisten al aborto. Mal paridos hijos de Putin.

‘Cambio’, ¿la alegría ya viene?

Si la huella de la marca es profunda y enorme, de mayor tamaño debe ser la responsabilidad ética, la rigurosidad periodística y el compromiso del nuevo Cambio con Colombia.

Re-cuento: Michín, el gato Barbosa

El fiscal debería ser investigado. Este país necesita señales que den esperanza y credibilidad institucional, pero lo que el gobierno ha dado es desgobierno, desesperanza y hasta risa.

Mil duelos raizales en noviembre y dos amenazas de muerte

“El pueblo raizal es comunión de tierra y océano, semilla de viento y crisálida de mar. Para toda esa comunidad, para los viejos lobos de mar que partieron, y para sus líderes y lideresas que al juntarse hacen la magia del manglar, todo mi respeto y mis plegarias en otro maldito noviembre sin final”.

Bogotá Embera

Así como los hijos no les pertenecen a sus padres, Bogotá no les pertenece a unos pocos que se sienten dueños del chuzo y de esa identidad fija, excluyente e insoportable.

Cuarto de servicio

La penosa “inferiorización” de las empleadas domésticas, convertidas en propiedad y objeto, es una práctica repugnante desde la Colonia en Colombia.

Vaginas parlantes

No buscamos aprobarnos en los hombres, y menos en los que a duras penas balbucean el recorrido de un gol.

Realismo mágico: la verdad del patriarca

Llama la atención que el patriarca hable tanto de la autoridad para llevar las riendas del país, cuando en su propia finca no es capaz de controlar la malcriadez de sus hijos.

Diario Criterio