En esta columna Mauricio Navas habla de los niños, esos “locos bajitos” que nacen en un mundo de gigantes y son tallados por las acciones de los adultos.
En esta columna Mauricio Navas habla de los niños, esos “locos bajitos” que nacen en un mundo de gigantes y son tallados por las acciones de los adultos.
Los padres con pulmones llenos de aliento se fajan discursos conmovedores acerca del valor positivo de la verdad y del despreciable sabor de la mentira.
Los jugadores, así como los ciudadanos de Colombia, no pueden ser mejores que el recipiente que los contiene.
Violar a una mujer y abandonar a un hijo solamente puede ser bello en la mente de un sociópata, así el violador sea el David de Miguel Ángel o el Nobel de donde quiera que sea.
Los padres opinan sobre todo porque se creen en la obligación, y lo que es peor, en la solvencia intelectual y existencial, para dar normas sobre lo humano y lo divino. ¡Que cantidad de ruido hacen los padres!
Muchos años tomará, si es que pasa, borrar de la memoria colectiva del planeta el estigma que nuestros realizadores le han tatuado a Colombia.
“Los padres hablan más de la cuenta. Sea papá o mamá, siempre tienen algo que agregar, corregir o aconsejar. Los padres, gobernados por el miedo, la inseguridad y la ignorancia, viven a la cacería del posible error”.
En esta columna, Mauricio Navas, reflexiona acerca de los diferentes puntos de vista y posiciones que pueden asumir los hijos, en relación con las de sus padres.
En esta columna, Mauricio Navas reflexiona sobre el valor de los hijos en la familia y se pregunta ¿en qué momento la incondicionalidad de los padres hacia sus “bebés” se transforma en repudio, rechazo, fastidio y condena?
¿Cuál es el error que cometen los padres? Hablemos del “pecado original de la educación parental”, ¿en dónde está ese paso en falso que se traduce en conflicto con los hijos?
Qué pasa en los hogares de Colombia que producen tantos ciudadanos corruptos, violentos y tramposos a pesar de que sus padres sostienen haberlos educado con las mejores intenciones posibles. Qué es lo que hay en el diseño de los hogares que convierte a los adolescentes en potenciales enemigos de la paz del hogar.
En esta columna de opinión, Mauricio Navas declara su muerte a las opiniones políticas y anuncia su próxima reencarnación.
Paradójicamente los caminos más efectivos para la eternidad no están en la moral y las buenas costumbres. Todo lo contrario.
“Osuna no puede estar hablando en serio de democracia y referirse al gobierno asesino de niños en la selva, el mismo del policía que va a los CAI a felicitar a los criminales de la juventud colombiana”.
¿Qué lleva a un oficial como el coronel Nelson de Jesús Arévalo a tomar a patadas, o a bolillazos, o a bombas de gas lacrimógeno, su carrera en la policía?
De la libre asociación de ideas, no es responsable sino el protagonista. Son nuestras acciones las que van construyendo un rótulo que incompleto y descontextualizado, como puede ser, no deja de ser verdad.
Esa misma corporación nos da muestra de su gran integridad sancionando ejemplarmente a la patrullera Cortés.
Francisco Santos Calderón, más conocido como Pachito Santos, sí llamó a la ministra a buscar influir en un contrato que se fue para otra parte
El escritor y director Mauricio Navas habla de su regreso al set con ‘El inquisidor II’ y su amor por la televisión colombiana.
Caballero no hacía concesiones, no se acomodaba para gustarle a nadie y, a diferencia de algunos periodistas, líderes de opinión, no se plegaba con amigos o intereses personales.
Un examen que mida la capacidad del candidato a ser elector tanto para congreso como para presidente y otras magistraturas.
La mejor forma de derrotar a Álvaro Uribe y sus seguidores es votando en contra en las elecciones de 2022, por ejemplo, por Alejandro Gaviria
“El padre Francisco de Roux puso en evidencia quién es grande y quién es quién”.
Eso de apreciar y considerar a un ser humano en su calidad a partir de señalarle el estrato es ¡únicamente colombiano!
Desarrollado en los pasados 20 años, tiene un sistema métrico de vida o muerte y permite decidir si un muerto es bueno o malo.
“La policía es para prevenir o en su defecto capturar a los delincuentes o trasgresores. Para juzgar y penalizar están los jueces, esa es la pequeña diferencia entre un estado de derecho y una tiranía”.
El problema con Buró no es lo que pasó en Buró, el problema es que se hizo visible algo que pasa todos los días, todos los minutos y todas las horas en este país enfermo.
Gritar un gol de la tricolor me hace uno solo con sicarios, corruptos, violadores, militares asesinos de niños, policías criminales y políticos dañinos.
Ocupar hoy el espacio de alguno de estos dos grandes de la televisión, con obras como de Dejémonos de Vainas o Café, es un honor que debe ser honrado con misticismo.
El Congreso de Colombia es un templo que ahora, invadido por los mercaderes del poder y de la corrupción, ha perdido su halo sagrado para convertirse en guarida de mercaderes de la ética.
En este país los delincuentes no sienten vergüenza de salir a la calle porque el deseo de notoriedad de la gente hace que se olvide el crimen por tomar una selfie con personajes que, siendo tóxicos, son notorios.
El avión que cayó en Providencia con 446 kilos de cocaína, no solo es ruidoso por los nombres de los implicados, sino porque salió del Aeropuerto de Guaymaral, donde está la base antinarcóticos de la Policía.
Este particular espacio es una estupenda revelación del humor de la calle de dos jóvenes, construido con el lenguaje, los modismos y las muletillas del asfalto bogotano, pero con “las pelotas” de gritar lo que nadie se atreve a señalar.
“Me causa gran impacto ver que uno de los padres de la caricatura política en Colombia también haya caído en el sofisma inventado por los corruptos y violentos que nos han traído hasta aquí, y que sostienen que es lo mismo un policía que un guerrillero”.
Los colombianos somos intolerantes y agresivos, equiparamos vehemencia con inteligencia…