El PSG, el Chelsea y el Manchester City, tres equipos inflados a partir de una grandeza adquirida con dinero, tuvieron que devolverse a sus casas montados en una calabaza.
El PSG, el Chelsea y el Manchester City, tres equipos inflados a partir de una grandeza adquirida con dinero, tuvieron que devolverse a sus casas montados en una calabaza.
Un DT obsesionado por una idea es maravilloso, porque -y he ahí su destreza- puede llevar a un lugar más privilegiado a sus dirigidos. Jugadores corrientes se vuelven buenos y cracks se hacen estelares.
Esta fiesta democrática la llevan a un sitio en el que realmente poco y nada les interesa eso de la pluralidad.
A propósito del caso del recientemente fugado ‘Matamba’, que tiene de alias el apellido de un futbolista colombiano, Nicolás Samper recuerda otros casos de motes en el hampa inspirados en el fútbol.
Piendibene fue el primer falso 9 de la historia y así, al lado de su Sancho Panza elegido, que era centre-half y se llamaba John Harley, se convirtieron en los Bud Spencer y Terence Hill del fútbol charrúa.
Tener un gol y no poderlo hacer; cometer un error que propicia una oportunidad clara de gol y que al final no haya grito. Hay que encontrar verdadera sincronía en medio de la desincronización.
Nicolás Samper relata un episodio de venganza futbolera con un funcionario negligente que le negó un trámite por puro capricho.
Al borde del suicidio y apegada a las drogas como único placebo para soportar una vida encargada de golpearla hasta quebrarle los huesos, logró escapar de tanto dolor. ¿Cómo? Poniendo el pecho, como lo hizo siempre. Ella era Elza Soares, fallecida el pasado 20 de enero.
Y Andrés, que era más bueno que el Alka Seltzer, dejó pasar y siguió en lo suyo, sin hacerle daño a nadie. Y en esos tiempos me lo encontré. Y compartimos mucho.
El fútbol cada vez pierde más espontaneidad, ya no es solo cosa del VAR.
Los trámites engorrosos y la legislación laxa hacen parte del coctel que aprovechan los malandros para seguir asesinando gente con toda la tranquilidad, así como la despreocupación rampante de la administración distrital.
Difícilmente haya existido un futbolista capaz de haber usado tanto papel carbón en sus ejecuciones, que eran únicas, sin duda, pero que contaban con réplicas muy cercanas a su obra máxima.
En su primera columna, Nicolás Samper reflexiona sobre el estado actual de la Selección Colombia con miras a Qatar 2022.