Zapatos y política

De los crocs de Uribe a los Ferragamo de Petro o los tenis de la ministra Vélez, el calzado es uno de los indicadores más potentes del lenguaje no verbal y de un nuevo mensaje político.

Una ministra que decide lucir tenis en una reunión formal es la reiteración de una señal que ha querido enviar el Gobierno del presidente, Gustavo Petro, de manera asidua: el desparpajo por encima de los protocolos, la frescura en lugar del acartonamiento y la calle y la plaza antes que los palacios.

Con lo bueno y malo que tal mensaje comporta, el calzado de la ministra Vélez también sirve para que, a distancia de un mes de haber iniciado, se dé una mirada preliminar al Gobierno a partir de ideas alrededor de ese instrumento que desde hace unos 40.000 años usan los humanos para protegerse los pies y para empecinarse en su mundanidad, pues a ninguna de las deidades más famosas de este planeta se las representa con zapatos.

Sin caer en retifismo, esa atracción fetichista hacia los zapato puede apuntarse ya cinco cosas de este Gobierno:

1. Ferragamo vs. Crocs

Más allá de un mero complemento necesario (“con zapato justo nadie anda a gusto”), el calzado es uno de los indicadores más potentes del lenguaje no verbal. Y el presidente Petro lo expone.

En la elección de la cúpula de las Fuerzas Militares, de varios ministros y de las cabezas de la Unidad de Restitución de Tierras; de la dirección de los servicios de inteligencia, de la Unidad de Víctimas, de la Unidad Nacional de Protección, del Alto Comisionado de Paz, los Ferragamo del presidente han marcado el paso y parece que buscan borrar cualquier rastro que pudiera haber de los Crocs del expresidente Álvaro Uribe.

En este mundo de estandarizaciones, los objetos están íntimamente atados a quien los usa o los porta; contienen, por tanto, información de las diferencias individuales. Y en una muestra de que los zapatos se ligan al espíritu de quien los luce, el paso de Crocs a Ferragamo simboliza un cambio en el carácter de la Presidencia.

Puede leer, de Álvaro Duque: Sin desmayos, por favor

2. El hechizo del zapato

En la magia blanca es célebre un ritual con el zapato izquierdo para lograr “que vuelva y se enamore la persona que te gusta y se ha ido”. En su primer mes, este Gobierno ha tratado de cautivar a los ciudadanos de regiones que el Estado ha ignorado. Chocó, Catatumbo, San Andrés y Amazonas han sido algunos de los destinos del presidente Petro en estas semanas para intentar que las poblaciones de esos territorios se reenamoren de Colombia.

En tales travesías, sin embargo, a veces queda una sensación de incurrir en actos temerarios, pues donde operan grupos mafiosos sin dios ni ley, la prudencia en lo que atañe a la seguridad del Jefe de Estado no es algo que se pueda dejar en la entrada de la casa, como se acostumbra con los zapatos en Asia.

3. La horma del zapato

Solo fue a finales del siglo XIX que los zapatos dejaron de fabricarse rectos con el fin de elaborarse de modo diferente para el pie derecho y el izquierdo. El Gobierno va encontrando su horma y si bien se lo ha calificado de izquierda, los integrantes del gabinete de esa corriente son minoría. La mayoría podrían tildarse de técnicos pragmáticos. Hay indicios de que, en materia de economía, seguridad, paz y drogas, se camina por el andén zurdo, aunque las transformaciones del Esmad, las respuestas a las invasiones de tierras en el Cauca y las extradiciones que se han ejecutado hacen pensar que este Gobierno no piensa dejar que el binomio seguridad-justicia sea patrimonio exclusivo de la derecha.

4. Piedras en el zapato

En su estreno, ya hay cuestiones incómodas para el Gobierno. Primero, la presentación de la política de paz total, que rompe esquemas con los cuales nos hemos movido en relación con los grupos armados. Para varios analistas puede significar incluso un desmembramiento del Estado nacional debido a la cooptación de instituciones locales y regionales por parte de organizaciones ligadas a tráfico de mujeres, niños, migrantes, órganos, armas, recursos naturales y otras lindezas.

Segundo, lo que se hará con el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles, pues al desmontarlo, como tocará debido a que no hay recursos para subsidiar más el consumo de gasolina, el aumento de los precios será un golpe fuerte a la favorabilidad del Ejecutivo.

Tercero, los vacíos que persisten en varios cargos del Gobierno central, a un mes de haber comenzado, en ocasiones, por errar en los designados, como sin atender al refrán de zapatero a tus zapatos.

5. Los zapatos viejos

El famoso soneto A mi ciudad nativa, del cartagenero Luis Carlos López, termina con estos tercetos:

Fuiste heroica en los tiempos coloniales,

cuando tus hijos, águilas caudales,

no eran una caterva de vencejos.

Mas hoy, plena de rancio desaliño,

bien puedes inspirar ese cariño

que uno le tiene a sus zapatos viejos

En su primer mes, Petro ha mostrado que continúa teniendo mucho afecto por compañeros de luchas partidistas del pasado. Así pueden explicarse varios nombramientos que han sido cuestionados, como el del director de Colpensiones y embajadores que tienen procesos abiertos en la Corte Suprema de Justicia.

El cariño también está, en el plano de las relaciones internacionales, por una vuelta al latinoamericanismo y a la Comunidad Andina de Naciones que pueden ser muy importantes para la idea de construir un espacio de seguridad alimentaria y de impulsar la discusión por un cambio en la política de lucha contra las drogas.

Ambas cosas, los nombramientos de viejos compadres cuestionados y unas relaciones internacionales en las que lo ideológico prime sobre el realismo requerido, pueden dejar demodé al calzado y ocasionar que varias de las expectativas generadas por el Gobierno no lleguen ni a la suela de los zapatos.

Hoy por hoy, se encuentran zapatos para cada ocasión, según estados de ánimo y preferencias. La comodidad y la funcionalidad son las principales razones que las personas tienen en cuenta cuando escogen un par. Probablemente fue el caso de la ministra Vélez. Hay, sin embargo, quienes cambian el interés práctico por uno estético. Ojalá no pase tanto con este Gobierno, que esperamos se ponga cuanto más pueda en los zapatos de los ciudadanos y sea así más empático que otros que hemos padecido antes y han quedado como un zapato.

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4 Comentarios

  1. Me encantó este artículo. Hay detalles que pasan desapercibidos, pero en política pública lo minúsculo es tan importante como lo importante. Muy buena reflexión. Gracias!!!

  2. Excelente artículo Álvaro. Nuevos, viejos, Ferragamo, Crocks, con piedras, sin piedras, rectos, a la horma, tenis, alpargatas,con o sin pecueca, todos se seguirán manejando con los pies (patas, decía mi padre).

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